Guanajuato.— Con el asesinato de tres policías municipales la noche del martes, se eleva a siete la cifra de agentes que han sido abatidos por el crimen organizado en enero, quienes pertenecían a las corporaciones de Celaya (3), Silao (2), Apaseo el Alto (1) y Santiago Maravatío (1).
Anteayer, dos de los elementos municipales fueron emboscados por un comando frente a la Central Camionera de Celaya, mientras que en Santiago Maravatío el cuerpo de un oficial fue desmembrado y sus restos tirados junto con su uniforme en el libramiento de Yuriria.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana Municipal de Celaya informó que el martes, cerca de las 23:00 horas, civiles armados le dispararon a los elementos policiacos cuando realizaban un recorrido de vigilancia en la calle Antonio Plaza, de la colonia El Vergel.
Los agresores, a bordo de dos camionetas, entraron en sentido contrario para toparse con los patrulleros y accionar sus armas de fuego en más de cien ocasiones; después huyeron del lugar.
Los elementos caídos en el cumplimiento de su deber son Javier Tapia Cañada y José Carlos Aguirre Zamorano, con cuatro y dos años de servicio en la corporación. Uno de ellos quedó a bordo de la unidad y el otro en el exterior, mientras una agente logró sobrevivir.
El titular de la corporación, Miguel Ángel Simental, condenó enérgicamente el asesinato de sus elementos y advirtió que la Secretaría de Seguridad Ciudadana continuará trabajando de manera coordinada con la Federación y el estado, y consideró que el atentado a los policías podría ser una respuesta de los delincuentes a los operativos contra la reducción de los delitos.Por otra parte, alrededor de las 6:00 de la mañana de ayer fueron localizados los restos de un hombre descuartizado debajo de una camioneta con el motor y luces encendidas, en el acotamiento del libramiento a Yuriria, en las inmediaciones de la colonia Cruz Grande.
A un lado de bolsas con el cuerpo desmembrado había un uniforme como el que portan los elementos de la Policía de Santiago Maravatío, a la que pertenecía la víctima.
Al finalizar 2019, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo admitió que Guanajuato es el estado que más homicidios dolosos de policías registró a nivel nacional y destacó la importancia de equiparlos y reforzar los protocolos.
El año pasado, de acuerdo con el conteo de Causa Común, 73 policías fueron asesinados en Guanajuato; un año antes, en 2018, fueron 64; la organización señaló no mandar sólo a dos agentes por unidad.
Además de los tres policías ejecutados, en menos de cuatro horas grupos delictivos mataron a 15 personas la noche del martes, nueve de ellas en Irapuato, mientras que el resto en los municipios de Celaya, Apaseo el Grande, Juventino Rosas; además, en la madrugada de miércoles privaron de la vida a tres personas más en Yuriria, Acámbaro y San Miguel de Allende.
Por mencionar algunos casos, cerca de las 7:00 de la noche, un grupo delictivo mató a cuatro personas: dos de ellas jóvenes y dos menores de 15 y 17 años, en el interior de un taller de reparación de refrigeradores ubicado en las calles Plomeros esquina con Carpinteros, en la colonia Benito Juárez, en Irapuato.
Minutos después, otro comando baleó a cinco personas que estaban en un taller de hojalatería y pintura que se encuentra en la calle Topacio, en el fraccionamiento Guerrero, también de Irapuato; cuatro murieron en el lugar y otro más falleció en un hospital.
Minutos antes de las 10 de la noche acribillaron a dos mujeres en un negocio de comida que se encuentra en la carretera federal 45 de Apaseo el Grande, por la comunidad Agua Azul, y dos comensales resultaron lesionados; mientras que en la comunidad de Valencia, en Juventino Rosas, hallaron a dos hombres rafagueados y fallecidos.