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Guadalajara.— El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, señaló que gracias a la actuación rápida del fiscal Gerardo Octavio Solís Gómez, el viernes pasado se pudo evitar otro Ayotzinapa, pues piensa que los policías ministeriales que levantaron a los jóvenes a las afueras de la fiscalía tenían la intención de quitarles la vida.
En una entrevista para el Canal 4 de la televisión local, el mandatario dijo que después de despedir a los gobernadores que se reunieron con él en Tequila, el viernes pasado, comenzó a recibir mensajes de lo que ocurría en la fiscalía y se comunicó con Solís Gómez para saber qué sucedía y se montó un operativo para impedir que el asunto escalara.
Según Alfaro, por la pronta reacción que tuvieron se evitó que algún joven desapareciera, además, desestimó las acusaciones de los familiares de los agentes sobre que él dio la orden de actuar de esa manera y recordó que la fiscalía es un ente autónomo que no depende de él.
Protestas llegan a Tijuana y Monterrey
Decenas de jóvenes de Tijuana y Monterrey exigieron ayer justicia para Giovanni López y Yair López, jóvenes que murieron víctimas de la brutalidad policiaca en Jalisco y Baja California, respectivamente.
En la ciudad fronteriza, los manifestantes se concentraron alrededor de las 10:00 horas en la glorieta Cuauhtémoc, donde lanzaron consignas contra las corporaciones y el abuso policial, y marcharon hacia el palacio de gobierno, donde el mandatario Jaime Bonilla salió de su oficina para observar, mientras los inconformes coreaban: “¡Oliver no murió, el Estado lo mató! ¡Giovanni no murió, el Estado lo mató!”.
La movilización continuó hasta la garita El Chaparral, donde los agentes de Tijuana permanecieron en un perímetro alrededor del bloque de jóvenes, quienes se dirigieron hasta el área de aduanas.
En ese punto se arrodillaron, alzaron el puño como símbolo de paz y en reclamo al abuso policial.
“Esto lo hacemos desde un acto de amor”, gritó una de las manifestantes, mientras que el resto del grupo empezaba a bajar una rodilla y la colocaba sobre el piso, al tiempo que erguían un brazo y algunos ondeaban varias banderas rojas.
En Monterrey, cientos de policías de Fuerza Civil se apostaron frente al palacio de gobierno de Nuevo León para resguardar las instalaciones ante el anuncio de una protesta por parte de estudiantes y activistas de agrupaciones civiles, en repudio al asesinato del albañil Giovanni López por parte de elementos policiacos del estado de Jalisco.
Desde temprano, un helicóptero realizaba sobrevuelos, mientras elementos de la Fuerza Civil y de la policía municipal se desplegaron en convoyes de varias unidades, por calles del centro de la ciudad, y protegieron tiendas de conveniencia para evitar que manifestantes ocasionaran daños o cometieran saqueos. Algunos negocios optaron por cerrar sus puertas. Al final, un grupo de 25 personas se congregó para la protesta y se colocó cerca del monumento a Miguel Hidalgo, mostrando cartulinas para exigir justicia ante el asesinato de Giovanni.
**Con información de Raúl Torres, Gabriela Martínez y David Carrizales