Oaxaca de Juárez.— El gobierno del estado informó que ascienden a 15 las víctimas mortales durante el primer año de la actual administración, como consecuencia de pugnas agrarias, mientras que los conflictos por tierras que se consideran “de alto riesgo” suman 23.
Lo anterior, derivado de la emboscada que se registró este miércoles en San Miguel El Grande, en la región Mixteca, misma que dejó cinco muertos y se dio en el contexto de la disputa limítrofe que este municipio arrastra desde hace 50 años con Tlaxiaco.
Jesús Romero López, titular de la Secretaría de Gobierno (Sego), informó que en total son 280 los conflictos por tierras que existen en el estado, de los cuales 206 se consideran de bajo riesgo, 51 son de peligro medio y 23 se consideran como “focos rojos”.
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Respecto a estos últimos, el funcionario detalló que la mayoría se concentran en la región Mixteca, donde se registró la emboscada, y en la Sierra Sur, pues se caracterizan por manifestarse a través de ataques con armas de alto poder, así como con la quema de vehículos e, incluso, el desplazamiento de personas.
Acusó que detrás de estas disputas que aparentemente son por la defensa de un territorio, existen actividades ilegales, como narcotráfico, tráfico de armas y tala clandestina.
“De estos 23 asuntos de alto riesgo, muchos enfrentamientos y muchas pérdidas de vidas humanas se enarbolan en la defensa del territorio y la lucha agraria, pero es un pretexto (…) en el que se justifican otro tipo de actividades ilícitas. Hay tráfico de armas, hay narcotráfico y hay talamontes que no permiten que de manera sana las comunidades puedan resolver sus conflictos”, dijo.
Según el funcionario, existen intereses externos que manipulan a las comunidades.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), la emboscada tuvo lugar aproximadamente a las 16:30 horas, en un paraje de San Miguel El Grande. En el ataque fueron asesinadas cinco personas, dos de ellas elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), otras dos autoridades comunitarias y la quinta se trató de un poblador de la comunidad de Guadalupe Victoria, perteneciente a San Miguel.
Dicha víctima fue identificada como Román Cruz, hermano de la cineasta y actriz Ángeles Cruz, quien desde mayo pasado había lanzado un llamado a las autoridades para que se atendiera el conflicto y se frenara la violencia.
A través de un video, la cineasta pidió justicia para su hermano y para las otras dos víctimas de su municipio y exigió la renuncia del gobernador Salomón Jara.
“Advertimos que estábamos en peligro. Señor gobernador, usted nos dijo que íbamos a estar seguros y hoy estoy enterrando a mi hermano y a nuestro nuevo agente. Renuncie si no puede con el cargo, renuncie si no puede garantizar nuestras vidas”, dijo la también actriz desde el lugar donde se realizaba la velación de los cuerpos.
Sobre la emboscada, el titular de Sego detalló que existían acuerdos entre las comunidades de Lázaro Cárdenas y Llano de Guadalupe, pertenecientes a San Miguel El Grande y Tlaxiaco, respectivamente, para que nadie ingresara a la franja de 7 mil 964 hectáreas de bosque en disputa, que no fueron respetados pese a los llamados que horas antes hizo la dependencia.
Con las cinco víctimas de esta emboscada, este conflicto suma ocho asesinatos, pues en mayo ya habían muerto otros tres pobladores en un ataque armado en el que también se incendiaron 18 viviendas y más de 150 personas tuvieron que abandonar la comunidad.
En octubre pasado, EL UNIVERSAL documentó que además de estas agresiones, desde el 9 de marzo, pobladores de Llano de Guadalupe, Tlaxiaco, cerraron el paso a sus vecinos de Lázaro Cárdenas por el camino que sirve como entrada y salida, lo que también afecta a cientos de habitantes de otra decena de comunidades, como San Esteban Atatlahuca, Santa Lucía Monteverde, Santa Cruz Itundujia y Chalcatongo.