Cientos de elementos de la Policía Federal (PF), Ejército , Fuerza Coahuila y del municipio de Piedras Negras custodian las naves industriales donde se aloja la Tercera Caravana de Migrantes que piden asilo político a Estado Unidos , tras huir de la violencia de sus países de origen.
El lugar, donde se hospeda a mil 617 indocumentados, parece una fortaleza.
También del otro lado de la frontera, en Eagle pass, Texas, pasando el Rio Bravo, agentes de la Guardia Nacional Estadunidense mantienen blindada la frontera y realizan simulacros por si acaso se presenta alguna contingencia por parte de los migrantes que traten de entrar a su territorio.
Cien agentes del Instituto Nacional de Migración arribaron a la ciudad de Piedras Negras para atender las solicitudes de los centroamericanos originarios de Honduras, Guatemala y el Salvador.
Los federales fueron enviados por la Dirección de Control Migratorio y la Dirección de Regulación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM).
Ellos instalaron módulos dentro de los albergues donde reciben las solicitudes de refugio temporal de los extranjeros, a quienes se les entrega una tarjeta migratoria que deberán de tener consigo durante su estancia en México y cuya vigencia del documento es de un máximo de tres meses.
Si al vencer ese plazo no les han respondido las autoridades de Estados Unidos sabrán que no fue aceptada su solicitud y que no podrán ingresar a la Unión Americana y tampoco podrán permanecer en México, por lo cual tendrán que regresar a sus países.
Debido a que el proceso es minucioso, el trámite es tardado por que los funcionarios tienen que investigar si traen documentos de identidad, si son originales, si no cuentan con alerta migratoria por que hayan cometido algún delito en su lugar de origen o en territorio nacional, son un promedio de quince trámites diarios.
Extraoficialmente se conoció que más de 20 migrantes de diferentes nacionalidades desistieron y están pidiendo ser repatriados.
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