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Zacatecas.- Colectivas del movimiento feminista de Zacatecas presentarán una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) encontra de la policía municipal capitalina por detener durante seis horas a dos de sus compañeras que gritaron frente a los elementos policiales la consigna "¡Alerta, alerta! y "Dios no existe".
En un comunicado dirigido a las autoridades gubernamentales y a los medios comunicación, las feministas manifestaron su molestia por dicha detención y sanción a sus compañeras, tras considerar que estas acciones fueron excesivas.
Argumentan, además, que hay intolerancia de la policía y "es una clara la violación a los derechos al libre tránsito y expresión de estas dos jóvenes".
En el relato, informaron que está detención ocurrió aproximadamente a las 02:30 horas del lunes 9, cuando las dos mujeres transitaban por la Plaza Bicentenario para buscar un taxi y regresar a sus domicilios, pero fue cuando escucharon la sirena de una patrulla y al no encontrar ninguno taxi corrieron hacía el estacionamiento de ese lugar para buscar un sanitario, hasta donde llegaron tres agentes de la policía municipal: un hombre y dos mujeres.
Aseguran que fueron sometidas a revisión bajo el argumento que se habían dado a la fuga y un elemento les dijo: “Ya pasó su marcha. No se cansan de hacer desmadre", pero resaltan que al no encontrarles ningun objeto con que criminalizarlas, en un primer momento, las dejaron ir.
Sin embargo, cuando tomaban sus cosas y se disponían a retirarse, las mujeres comentan que el elemento "en tono burlesco" les dijo: " Que Dios las bendiga" y fue cuando una de ellas contestó: “Dios no existe" lo que molestó a los policías y les exigieron regresar y la misma mujer que en ese momento realizaba una llamada telefónica comenzó a decir por su celular la consigna feminista: "¡Alerta, alerta!”.
Por ende, los colectivos feministas aseguran que no había realmente una falta de respeto y ellas solo expresaron su forma de pensar por lo que consideran excesivo el actuar de la policía, quienes esposaron, arrestaron y se llevaron a los separos municipales durante seis horas a sus compañeras, dónde aseguran se les privó de agua, alimentos y cobijas y nunca se les dieron a conocer sus derechos.
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Refieren que hasta las 07:30 horas que ellas pidieron información sobre su situación jurídica les comentaron que primero debían pagar una multa para liberarlas y fue hasta entonces que las llevaron ante el juez, a quien describen como "amable y comprensivo", quién impuso una multa de 200 por injuria y ofensas, una vez pagada se les liberó a las 08:00 horas de ese día.
Por tanto, exigen al alcalde Ulises Mejía Haro sea diligente y emita una respuesta a este hecho, además de cuestionar que múltiples delitos por razones de género se consuman "porque la policía no acude de inmediato al llamado de las víctimas" y en esta detención "sin argumentos suficientes" si se acudió y se arrestó a las mujeres a quienes reprimieron por expresar sus ideas.
Por su parte, en una entrevista colectiva, el alcalde informó que esta detención fue derivada de una denuncia ciudadana que señalaba que las dos mujeres pretendían vandalizar un altar de la Virgen de Guadalupe, ubicado en la Plaza Bicentenario.
