Mérida.— Alrededor de 1.3 millones de usuarios de los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, que representan 62% de los clientes totales de esta región, se quedaron sin suministro eléctrico la mañana de ayer miércoles porque —según la versión oficial de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)— hubo un accidente con un trabajador que daba mantenimiento a líneas conductoras y se generó la falla.

Como consecuencia inmediata se afectó la red de comunicaciones telefónicas y se suspendieron servicios en bancos y oficinas de gobierno y en calles céntricas se suscitó un caos vial ante el apagón de los semáforos.

El apagón se registró alrededor de las 8:30 horas de ayer miércoles en los tres estados de la península, afectando a miles de usuarios. La CFE identificó la suspensión del servicio eléctrico a causa de la salida de líneas de transmisión en 400 KV, que afectó el suministro de energía eléctrica.

De igual forma, varias antenas de distintas empresas telefónicas dejaron de funcionar.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) recomendó vía redes sociales, tener precaución a los conductores ante la falta de semáforos en las diferentes calles y avenidas yucatecas.

Asimismo, se reportó que en Quintana Roo y Campeche la suspensión del servicio eléctrico desquició actividades en hoteles y servicios al turismo.

El reporte de las 11:00 horas de la CFE indicaba que tras la salida de seis líneas de alta tensión, se dedicaron a mantener la estabilidad del sistema eléctrico nacional y la CFE ejecutó, en coordinación con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), las actividades para restablecer el suministro.

En Campeche hubo 20 mil 938 usuarios afectados, mientras que en Quintana Roo fueron 619 mil 612. En Yucatán fueron 681 mil 950 usuarios afectados.

Por otro lado, vecinos del municipio de Umán, cercano a donde se encuentra una de las plantas de la CFE, reportaron estallidos.

La reanudación del servicio se fue dando paulatinamente por sectores de acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad.

Actividades afectadas

La falta de suministro eléctrico a nivel peninsular paralizó durante un buen tiempo todas las actividades. Algunos comercios cerraron más de dos horas sus puertas, las sucursales bancarias dejaron de operar y en las escuelas se tomó la decisión de regresar a sus casas a los alumnos.

En fábricas y maquiladoras, pese a contar con plantas propias de energía eléctrica, se redujeron las actividades y se afectaron los tiempos de producción.

Las mismas cámaras empresariales señalaron que ante el apagón es necesario pensar en la modernización y nuevo equipo para el suministro eléctrico.

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