Unísonos con el discurso de que la vacuna contra la Covid-19 no inmuniza sino que paraliza y que es veneno que contiene grafeno , habitantes de Tlaxcala, adheridos a diferentes organizaciones de la sociedad civil, se manifestaron en contra del decreto que emitió la gobernadora, Lorena Cuéllar, que obliga a todo ciudadano que vive o transita por la entidad a exhibir el certificado de vacunación para ingresar a espacios comerciales y públicos, eventos deportivos o culturales.
Acusaron que el decreto, que tiene la finalidad de regular las medidas de restricción para mitigar la pandemia de covid-19, viola sus derechos al libre tránsito y a la libertad de decisión sobre si se aplican o no la vacuna contra la enfermedad pandémica porque todavía es un fármaco experimental.
“La vacuna está catalogada como de emergencia, señores, no inmuniza ni garantiza absolutamente nada. Primero pasamos a una vacuna, luego a otra, ahora son tres ¿Van a ser cuatro o cinco?”, apuntó Oscar Jared Guerrero, quien encabezó la protesta.
Comentó que, si las autoridades quieren trabajar para controlar una pandemia o deben hacer con respeto a los derechos humanos de todos porque, a su decir, no son unos cuantos los que rechazan la vacuna contra la covid-19, sino miles de mexicanos a nivel nacional que están en contra de ese tipo de actos arbitrarios.
“Somos miles los que estamos en contra de la vacuna y de los actos arbitrarios de las autoridades. Se irán sumando más personas y que les quede claro a las autoridades que aquí no termina porque iremos a la fiscalía general de la república porque es un delito”, asentó.
Desde el monumento a Tlahuicole, ubicado sobre la carretera Puebla-Tlaxcala, hasta la explanada de gobierno, un grupo minoritario de al menos 45 personas marchó en contra de la medida que impuso el Gobierno local de permitir el ingreso a espacios y eventos públicos solo a las personas vacunadas contra la covid-19 con certificado en mano.
Los inconformes advirtieron que, si Cuéllar Cisneros no se desiste del decreto, habrá más protestas porque existen grupos que rechazan la restricción que implícitamente también tiene el objetivo de obligarlos a vacunarse con una vacuna experimental.
“ No se metan con nuestra libertad, o sea, que no atenten con nuestra libertad que tenemos como ciudadanos. Al imponer algo que es improvisado están atentando contra la libertad de las personas, de los seres humanos y eso no lo podemos permitir”, expresó, a través de un altavoz, uno de los manifestantes.
“Exigimos nuestra libertad, exigimos no al certificado porque eso nos priva de nuestra libertad, no puede ser que estemos hablando de un estado libre cuando en comercios y espacios públicos piden el certificado para entrar”.
Al llegar a la explanada de Gobierno, el contingente de inconformes lanzó consignas en contra de la gobernadora del estado y de los funcionarios que representan al sector salud.
“Tlaxcala libre, no al certificado”, “La vacuna no te inmuniza, te paraliza”, “Es un veneno, tiene grafeno”, arengaron al tiempo que portaban pancartas en las que también expresaron su posición contra el certificado de vacunación. “No a la vacuna obligatoria”, “No es ser antivacunas, es sentido común”, se leía en las cartulinas.
Durante la marcha participaron miembros de las organizaciones sociales Mexicanos por la Verdad, La Quinta Columna, PlanDemia y Coalición Mundial de Salud y Vida (Comusav).
Como parte de las protestas en contra del decreto para mitigar la pandemia de covid-19 en Tlaxcala, los grupos inconformes también presentaron, a través del Corporativo Guerrero y Asociados, un amparo para que deje de ser un requisito de ingreso a espacios públicos y comerciales la presentación del certificado de vacunación.
Oscar Jared Guerrero, abogado de los quejosos, precisó que la medida genera discriminación y es inconstitucional porque no se puede negar el acceso a un lugar público a los ciudadanos.
“El decreto es inconstitucional, hay una total discriminación a los habitantes de Tlaxcala. A nadie se le puede negar el acceso a un lugar público, ni siquiera a un hospital. Es una total violación a la libertad de tránsito”, apuntó.
Arguyó que no se trata de un acto de rebeldía ni de omisión, sino de la defensa de derechos humanos, y por ello, según él, unos 300 habitantes de Tlaxcala ya se han amparado colectivamente en contra del decreto que firmó y emitió la gobernadora local.
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