Empresas turísticas de Francia, Inglaterra, Bélgica y México, que mueve turistas hacia la Selva Lacandona, anunciaron que dejarán de visitar el área, ante el recrudecimiento de la violencia entre el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación, que desde tres meses mantienen el control de acceso a caminos y comunidades del municipio de Ocosingo, donde hay zonas arqueológicas, ríos y lagunas.
La empresa mexicana ATC Touroperadores informó, que ha decidido que los turistas europeos y mexicanos visiten únicamente Palenque, pero no los adentrarán a la Selva Lacandona hacia la laguna de Nahá y las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán, debido a la presencia de hombres armados en algunos tramos del trayecto.
En un comunicado anunció, que las agencias turísticas de Francia, Inglaterra y Bélgica, “que representamos hemos decidido no seguir llevando turistas a toda la zona Lacandona y acordamos reprogramar para este año, las rutas que hasta ahora visitábamos en esa región”.
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Los operadores turísticos aseguran que “durante varios años” han trabajado “disfrazando los problemas que se presentan en las rutas turísticas”, por ejemplo, adentrarse por otras rutas para burlar algunos bloqueos carreteros o evitar pasar por comunidades donde hay conflictos intercomunitarios.
Así, los operadores turísticos, han evitado que el turista nacional y extranjero “perciba poco de lo que mal que aquí acontece”, dice el escrito enviado a los medios de comunicación.
Cuando los choferes de los vehículos de las empresas turísticas llegan a un bloqueo con nativos que se cubren el rostro, es seguro que se puede negociar el paso o en su defecto, usan rutas alternas.
Pero cuando el vehículo con turistas llega a un punto donde hay un enfrentamiento a balazos y “te das cuenta que nativos lacandones y choles tienen fuerza ofensiva para enfrentar al mismo Ejército mexicano y a la Guardia Nacional, abiertamente”, entonces “no vale la pena arriesgar la vida de los turistas”, explica.
En el caso de Bonampak, los operadores turísticos han visto hombres armados en la entrada, que indican la hora para poder entrar a la zona arqueológica, pagando el transporte en vehículos de su propiedad, así como el servicio de un “guardia de seguridad”, que exige mil pesos por sus servicios, aunado al pago de derecho para ingresar al sitio.
Un operador turístico del que se omite su identidad, que llegó la semana pasada a Nahá y Bonampak contó que los lacandones “han subido los precios” para visitar el área. “Gente armada nos paró en la entrada a Bonampak”, dijo. “La gente ya no la pongo en ningún riesgo”, agregó.
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