Ciudad Victoria.- Ante la crisis de agua que padece la capital de Tamaulipas , el alcalde Eduardo Gattás convocó a la Diócesis de Victoria y a las iglesias evangélicas a organizar juntos una cruzada de Oración por la lluvia.
Como primer paso para concretar esta jornada, Gattás se reunió este jueves en la Presidencia Municipal con el Obispo de la Diócesis, Óscar Efraín Tamez Villarreal.
Al concluir la primera reunión, el edil calificó la situación actual como de un “estrés hídrico”, y consideró que el problema más grave de agua de los 43 municipios de Tamaulipas es precisamente en Ciudad Victoria.
“Victoria está viviendo el peor momento en el tema del agua. Por ello, estamos programando una misa ecuménica, una Oración por el Agua, van a estar los católicos y los evangélicos, y hacerla entre todos, para que llueva”, expresó a los reporteros.
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- ¿Cuándo sería?
- “Estamos programándonos, porque la idea es que estén los católicos y los evangélicos, y apenas estamos hablando con el Obispo”.
- ¿Hay disposición de la Iglesia Católica para llevar a cabo el evento?
- “Totalmente, me dijo que sin ningún problema, hay que tener una reunión previa con todos, para guardar las formas de cada una de las religiones… Ahorita traemos en el proyecto nada más a los católicos y a los evangélicos, que son muchos, yo creo que son el 95 por ciento de los ciudadanos”, aseguró.
Eduardo Gattás mencionó que están buscando en qué lugar sería el evento, considerando como opciones en alguna parte del Estadio Marte R. Gómez o en el parque de béisbol.
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“Apenas estamos arrancando en esto, posteriormente queremos tener ya una reunión en la que nos vamos a sentar ya, los católicos y evangélicos para darle la organización a este evento. Es un proyecto complicado, son religiones distintas, pero a final de cuentas el Obispo, con mucha disposición, él dijo que sí, que no había ningún problema y bueno, ya vamos a comenzar a platicar con todos ellos”, agregó.
Respecto a la situación del agua en la capital, la calificó como, “un problema muy grave, nos tiene que llover; porque ya no es un problema de la administración municipal, ni de las máquinas, ni de las bombas ni del rebombeo. Es un problema de abastecimiento, no tenemos suficiente agua”.
Advirtió que si la presa Vicente Guerrero sigue descendiendo en su nivel, se tendrían que tomar medidas más drásticas, “sería la cuestión de ir racionando el agua, cerrar las compuertas o disminuir el agua que va para río, es complicado ver esa parte, pero yo no quiero estar en Julio con el 8 o 9 por ciento de la presa”, dijo.
E insistió: “Veremos, y con las oraciones que vamos a hacer, nos llueva”.
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