Este 9 de agosto, la villa de Agujita cumplió 118 años de haber nacido. A partir de la llegada en 1904 de la Compañía Carbonífera La Agujita S.A. de C.V, se fundó esta localidad de mineros.
Como muchos otros poblados de la región Carbonífera , no había nada antes de que llegaran las compañías mineras, cuenta Ramiro Flores, historiador de la región. Agujita nació con el carbón y el carbón es ahora el culpable de que 10 mineros se encuentren atrapados desde hace una semana.
En esta localidad, de más de 8 mil habitantes, todos conocen de tajos, pocitos y carbón. Sobre la carretera 57, que lleva hasta la frontera con Estados Unidos, se halla una piedra con un minero picando una piedra y el nombre del poblado: Agujita. Más adelante, en Rosita, hay un monumento al carbón. Y a un lado de un centro comercial se halla la estatua de un minero con la leyenda “Al minero que desde la entraña de la tierra ilumina con su esfuerzo el destino de México”.
Es una región que ha erigido monumentos y estatuas para olvidar los peligros y la falta de inspecciones a los centros de trabajo, donde los mineros muchas veces entran con equipo propio y sin condiciones de seguridad.
El nombre de Agujita viene de un cerro que tenía forma de aguja, de punta. Y fue el primer nombre que tuvo Sabinas: Congregación Agujita.
El historiador Ramiro Flores recuerda que en 1904 el pueblo tenía siete tiros de carbón y 150 hornos tipo panadero para producir el coque, una piedra rica en poder calorífico y que se utiliza para producir acero. Es el principal subproducto del carbón.
“Las compañías fundidoras no existirían sin el coque”, explica Flores.
Actualmente, Agujita tiene unos 8 mil habitantes y es una comunidad minera por herencia, como muchos otros pueblos de la región que crecieron a partir de las empresas mineras.
“El trabajo de la minería es genético. El abuelo fue carbonero, el papá fue carbonero, o se hacen ingenieros mineros, o carboneros, o técnicos en minería”, relata Ramiro.
El historiador ha contabilizado 129 tragedias por explosión o inundación desde que comenzó la minería del carbón: una larga esquela, lo llama.
Por eso dice que lo recién ocurrido en Agujita es una repetición de las 129 tragedias anteriores.
Explica que en cada tragedia se repite el mismo ciclo: la noticia, las familias corren a la mina, la mina se cierra, los hombres quieren entrar a rescatar, las mujeres rezan, se muestra la solidaridad del pueblo que lleva agua y alimento, la petición de rescate los dolientes y por último, que no cierren las minas porque las familias tienen que trabajar.
“Es una historia que se repite una y otra vez. Sea el año que sea. Es parte del mismo ciclo histórico”, comenta Ramiro Flores.
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