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La población indígena tiene tres veces más posibilidades de no saber leer ni escribir que el resto de los mexicanos, según cifras d el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, ambos organismos presentaron el informe “Panorama Educativo de la Población Indígena y Afrodescendiente”, en el cual señalan que existen 1.4 millones de personas indígenas mayores de 15 años que son analfabetas, lo que representa 17.8% de esta población, y una cifra muy superior a la media nacional que es de 5.5%.
Datos del informe muestran que el estado con mayor rezago es Guerrero, donde 30% de los habitantes indígenas es analfabeta, le sigue Chiapas con 25.9% y Nayarit con 23%.
Mientras el mexicano promedio termina el tercer grado de secundaria, un estudiante indígena apenas logra concluir la primaria,
Por nivel de escolaridad, Guerrero, Chiapas y Nayarit reportan los peores números; una personas indígena promedio de estas entidades no concluye la primaria. En contraste, Nuevo León es el único estado donde llegan más allá de la secundaria.
Uno de los obstáculos que explican este rezago es el lenguaje, pues según cifras oficiales hay más de 7 millones de hablantes de alguna lengua originaria; sin embargo, dentro de las 29 mil escuelas que había en 2017 en regiones indígenas, dos mil 500 no contaban con docentes hablantes de estas lenguas.
Además existen otras barreras como la tecnología. Según el informe existe un acceso limitado, lo que se materializa en que en entidades como Chiapas, sólo una de cada 10 primarias cuenta con una computadora, mientras que en ninguno de los 18 planteles de Bachillerato Intercultural del país, creados para abatir la deserción, está equipado con una.
El panorama es más complejo para las mujeres, pues tienen una tasa menor de asistencia escolar que los hombres. Las cifras señalan que sólo 62.9% de las mujeres de entre 15 y 17 años continúan con sus estudios, dos puntos menos que los hombres.
Afrodescendientes, menor rezago. Este reporte del INEE y de la UNICEF es el primero que tomó en cuenta al millón 381 mil mexicanos que se autodefinen como afrodescendientes, y que conforman 1.2% de la población nacional.
Según las cifras presentadas, esta comunidad presenta un menor rezago educativo a la indígena, pues solamente 6.9% es analfabeta. El afrodescendiente promedio tiene la secundaria concluida; además, la tasa de niños que asisten a la escuela (88.9%) superan la media nacional, que alcanza 86.3%.
“Una parte importante de la población afrodescendiente (41%) es urbana, esto les da un mayor acceso a la educación”, resaltó Sylvia Schmelkes, consejera de Junta de Gobierno del INEE. Aún así precisó que estos datos no son exactos, pues en comunidades rurales “muchos niegan ser afrodescendientes como consecuencia de la discriminación”.
En México, las entidades con mayor población afro son Guerrero, Oaxaca y Veracruz, pero sólo en las dos primeras, junto con la Ciudad de México, se les reconoce constitucionalmente.