Cancún.- La primera barrera para contener y desviar el sargazo dentro del mar y evitar que recale en las playas será colocada en Cancún , a la altura de Punta Nizuc, y posteriormente en Tulum, Playa del Carmen y Puerto Morelos , informó la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) de Quintana Roo.
Luego de sostener una reunión con Ricardo Gómez Lozano, coordinador regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el titular de la SEMA , Alfredo Arellano, dio a conocer que la medida iniciará esta misma semana.
El funcionario dijo que, conforme al consenso de centros de investigación, académicos y gobierno, la mejor forma de atender la situación del sargazo es desviarlo y contenerlo en el mar para evitar que llegue a las playas.
“El programa implica iniciar esta misma semana con la colocación de la barrera que estará a la altura de Punta Nizuc y posteriormente nos iremos a los municipios de Tulum y Playa del Carmen y continuaremos posiblemente en Mahahual y Puerto Morelos”, expresó Arellano Guillermo.
El funcionario indicó que se revisan los flujos y dirección de las corrientes marinas, de las contracorrientes y del viento, para elaborar un modelaje y encontrar las zonas más vulnerables al arribo de sargazo; con base en esa información se colocará la barrera, misma que estarán anclada al subsuelo marino, pero puede ser removida y colocada en otros puntos.
Hasta el momento, las cuadrillas dedicadas a la recolección del sargazo acumulan de las orillas de las playas 124 mil 030 metros cúbicos de algas.
Por separado, en entrevista con EL UNIVERSAL, el coordinador de la Conap , Ricardo Gómez , detalló que las barreras se colocarán a 45 grados, de forma perpendicular a la costa y fijadas en el fondo marino, dependiendo del sitio y de la corriente.
De entrada, estarán fuera de los polígonos de Áreas Naturales Protegidas (ANPs), especificamente, fuera del Parque Marino Nacional Costa Occidental Isla Mujeres Punta Cancún, Punta Nizuc, garantizando que no se afecten arrecifes, ni pastos marinos.
La estructuras poseen un flotador y un faldón y son modulares, es decir, cada una mide aproximadamente 30 metros de largo y 65 centímetros de fondo o ancho. Se busca unir cada módulo hasta crear una estructura única de varios kilómetros, explicó el funcionario.
En septiembre del 2015, cuando la cantidad del sargazo hizo crisis, el Grupo Técnico Científico (GTC), comandado por la Secretaría de Marina (SEMAR) e integrado por otras dependencias federales e instituciones de investigación como la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), descartó el uso de barreras de contención similares a las usadas para controlar derrames de petróleo en el mar.
Se explicó entonces que dichos dispositivos, proveídos de un faldón dentro del agua, se despliegan mar adentro desde un buque, para impedir la dispersión de combustible, pero no están diseñadas para detener el sargazo, sino derrames de hidrocarburos.
Cuestionado sobre el tema, Gómez Lozano subrayó que la diferencia entre esas barreras de contención y las actuales, es que aquellas eran para la recolección o “cosecha” del sargazo en el mar, pero estas son para reorientar o redireccionar su rumbo, colocándose en puntos específicos de inflexión, aprovechando el estudio de las propias corrientes marinas.
“Estas estructuras no son para recolectar el sargazo, son para redireccionarlo, para reorientarlo de forma natural, aprovechando las corrientes marinas y provocar que siga su camino flotando en el mar, sin que recale en las costas; otra cosa es que no están provistas de redes”, dijo.
Sobre los permisos para colocar las vallas, subrayó que si bien se trata de una situación de emergencia, será SEMA quien tenga que tramitar una serie de avisos preventivos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para tener la autorización correspondiente.
afcl