Tula.— El secretario de Salud de Hidalgo, Efraín Benítez Herrera, alertó que —tras la inundación— en los municipios de la zona sur del estado se prevé que se incrementen los casos de enfermedades respiratorias, gastrointestinales, así como de la piel, además de un aumento de los contagios de Covid-19.
El funcionario indicó que en Tula, además del hospital del IMSS, también se perdió el Centro de Salud local, por lo que se trabaja en el espacio habilitado en El Llano primera sección, donde se ofrece atención médica.
Asimismo, brigadas de salud recorrerán casa por casa para apoyar a los habitantes de estos lugares.
“En una situación así, la gente se olvida de la sana distancia y de usar el cubrebocas, por lo que en 15 días —que es el tiempo de incubación— vamos a ver un repunte de esta enfermedad”, advirtió Benítez Herrera.
Para el presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguenses (Sehi), Marco Antonio Moreno, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiene que dar muchas explicaciones: “Que se clarifique cuánta fue el agua pluvial que cayó en Tula y que diga si el Túnel Emisor Oriente (TEO) originó todo”.
Recordó que, desde 2019, se advirtió de manera pública a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que si entraba en operación el TEO ocurriría una inundación de esta naturaleza.
Moreno explicó que los ambientalistas habían señalado que el río no tenía la capacidad para recibir el agua que se pretendía enviar del Valle de México, por lo que se buscaba el revestimiento de 19.7 kilómetros.
Se pretendía que el río Tula aumentara el caudal para recibir 350 metros cúbicos por segundo de aguas negras, que serían enviados a la planta de tratamiento de Atotonilco de Tula y, de ahí, a los ríos; sin embargo, en su momento se acusó que no se socializó el Manifiesto de Impacto Ambiental.
El activista indicó que los ambientalistas quieren que la Ciudad de México y el Estado de México no envíen aguas residuales y pluviales bajo estas condiciones.