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Veracruz.— Las plagas urbanas se han convertido en un factor de riesgo para los mexicanos. Mosquitos, moscas, chinches, arañas violinista, alacranes, cucarachas y roedores, sólo por mencionar algunos, sin un control adecuado, son un verdadero problema de salud pública.
En vísperas del Día Internacional de Control de Plagas, que se conmemora este 6 de junio, Capetillo González, asegura que si bien todos los estados del país enfrentan plagas, son siete los que concentran los mayores problemas debido a su número de habitantes y a tres factores fundamentales para el crecimiento de poblaciones de animales: alimento, refugio y agua-temperatura.
Los ciudadanos, dice Capetillo González, a veces no dimensionan, por ejemplo, que las cucarachas y moscas podrían generarles enfermedades gastrointestinales.
Vivir entre plagas. Después de una pesada jornada laboral, Natividad Martínez acudió a una fonda para comer. Entre pláticas y risas, la mujer dio un primer bocado; el bistec de res a la mexicana parecía delicioso.
“Recordé que esos animalitos nacen en la basura y todas las enfermedades que transportan en sus patas. El apetito se vuelve en asco”, dice.
Esa tarde y noche no comió nada, al día siguiente, el vómito se volvió en una diarrea que duró casi cuatro días; además de que perdió el apetito y el vómito hizo que le reventaran las venas de la cara.
De acuerdo con informes del Sector Salud, la principal amenaza para la salud procede de las enfermedades zoonóticas, que se pueden transmitir entre animales y seres humanos.
Extinción. Los insecticidas “normales” con el tiempo dejan de ser efectivos en el combate a las plagas, ello –según los especialistas– debido a que usan los mismos ingredientes activos y con el paso del tiempo los animales se vuelven resistentes.
Para el especialista, es necesario dejar atrás el mito que los controladores de plagas son simples fumigadores, por el contrario son especialistas que trabajan con distintas técnicas, no sólo con químicos.