El ex alcalde de Zimapán, José María Lozano, acusó que prevalece el problema de la contaminación de arsénico en el municipio donde dijo, que los ciudadanos al abrir la llave de agua potable lo que reciben es veneno, al superar en un cien por ciento los niveles de arsénico tolerados por la Organización Mundial de la Salud.

La OMS señala como límite de tolerancia de consumo humano 100 partes por 1 millón, mientras que en la zona de Zimapán hay 100 veces más, lo cual mantiene la alerta en el internacional, ya que este municipio junto con Bangladesh son los lugares donde se registra con mayor proporción esta contaminación.

El ex edil durante su administración gestionó una planta potabilizadora con un costo de 47 millones de pesos, para poder suministrar agua libre de arsénico a las comunidades; sin embargo, señaló que al llegar la siguiente administración encabezada por el priÍsta Carlos Ortiz, la planta fue inhabilitada.

“Se ha hecho un llamado a la gente para que no consuman el agua de la llave, pero la gente que no tiene para comprar un garrafón de 30, 20 o 10 pesos, están consumiendo el agua de la llave. Desde un panorama internacional están sumamente preocupados”, señaló.

Incluso hay especialistas como la investigadora Armida Armienta de la UNAM quien ha llevado el tema a Alemania, Canadá Estados Unidos; se busca que se acceda a dineros del banco mundial para poder cambiar toda la red de agua potable, ya que explicó, en la tubería se ha quedado sarro conformado por arsénico.

En el municipio hay 50 mil habitantes y de la cabecera son 12 mil que consumen el agua contaminada, que es bombeada de cinco pozos los cuales contienen arsénico que sale en forma natural debido a las condiciones del lugar.

cfe

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