Quien esta Navidad salió rayado… pero a la mala, nos relatan, es el alcalde de Progreso, Hidalgo, Armando Mera Olguín (Morena), pues en su disputa permanente con los tianguistas, a quienes les ha prohibido instalar sus puestos de venta, se llevó tremendo susto luego de que, durante una manifestación en la que le exigían permiso para vender durante esta temporada alta de fin de año, los comerciantes le pintaron su “austera” camioneta BMW. La buena noticia, nos especifican, es que la pinta fue sólo en uno de los vidrios de la unidad, situación que quedó arreglada con una lavada. Pero eso sí, de acuerdos “con el pueblo”, hasta la fecha, nada.
Van tras la auditora
Quien aún no se repone de los reclamos de diputados morenistas en Sinaloa, nos cuentan, es la auditora superior de ese estado, Emma Guadalupe Félix, luego de que en su comparecencia los recién estrenados legisladores volvieron a denostar su trabajo y lanzarle amenazas de que van por ella, pues no ven resultados de sus revisiones a las cuentas públicas, ni denuncias contra exfuncionarios de la anterior administración, quienes hicieron movimientos dudosos con el erario. Lo interesante, nos dicen, es que desde la anterior Legis- latura local, doña Emma resistió una fuerte embestida del grupo parlamentario de la 4T, que buscaba orillarla a renunciar. ¿Podrá concluir su encargo o se irá antes de lo esperado?
Un alcalde de muchas palabras
Nos cuentan que el alcalde de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Mariano Díaz (PVEM), ya es más conocido por su lenguaje vulgar que por sus logros de gobierno, y para ejemplo, sus pronunciamientos recientes: primero, al declarar que el cuartel de la Guardia Nacional está conformado por “30 peludos”, y luego, en rueda de prensa, por calificar de “locos o pendejos” a quienes no tienen presente la existencia de narcomenudistas y vendedores ambulantes en la cabecera municipal. La cuestión, nos explican, es que esta es su tercera administración y parece no aprender, pues antes generó polémica diciendo cosas como que “San Cristóbal era propicio para fumar marihuana”. ¡Todo un personaje!
Por revocación, insultos en el PRI
Hablando de groserías, nos relatan desde Guanajuato que quien metió la pata a lo grande fue el diputado local priista Alejandro Arias Ávila, luego de que durante la última sesión de este año en el Congreso local, su micrófono abierto dejó escuchar un insulto cuando su compañera de bancada Ruth Tiscareño votó a favor de un exhorto del frente de Morena para que el INE designe el presupuesto necesario para desarrollar la consulta de revocación de mandato. El tema, nos dicen, es que más se tardó el priista en pronunciar un “dile que no sea pendeja”, que las redes sociales en difundirlo, lo que le valió críticas que lo obligaron a, en la misma sesión, ofrecer disculpas por “el descuido” y decir que su insulto no iba para doña Ruth. ¿Le creemos?