En donde no saben si su presidente municipal pecó de generosidad o de diente largo, nos platican, es en Pijijiapan, Chiapas, luego de que se conoció que en sus primeros meses de gobierno, el alcalde morenista Carlos Alberto Albores , facturó 68 mil pesos en mariscos, que según argumentó en un documento, utilizó para “alimentar a niñas y niños migrantes”, quienes pasaron por su terruño y se refugiaron en el DIF municipal. En este sentido, nos dicen que más de una ceja se levantó y hubo quien cuestionó si realmente a los pequeños se les ofrecieron camarones, jaibas y hasta bagres, o cuál fue el destino de esos productos, e incluso, si realmente existieron, pues es poco común ese tipo de festín para quienes llevan travesías de días caminando bajo el sol y lo que necesitan es hidratarse y nutrirse. ¿Atinarán los mal pensados o de plano en el DIF se sirven menús tan selectos, pero específicos?

Otra, otra... ¿otra para Corral?

El hombre más denunciado de Chihuahua, nos dicen, es sin duda alguna el exgobernador Javier Corral (PAN), quien en días recientes sumó otra denuncia en su contra, ahora por parte de un empresario, quien solicitó juicio político ante el Congreso local, al asegurar que Corral hace uso de dos identidades y ha dañado a las instituciones políticas del estado y del país. El empresario, nos detallan, argumenta que don Javier tiene doble nacionalidad e identidad, lo cual automáticamente le impediría acceder al ejercicio de los cargos y funciones, por lo que con su mandato habría violado la Constitución. Y mientras esperamos qué sigue, nos indican, lo único cierto es que el exgóber necesita una limpia o de plano firmar la paz con sus detractores.

Alistan panistas sus “24” cartas

Desde Yucatán nos mencionan que la fiebre electoral por la próxima sucesión a la gubernatura para 2024 ha generado tensiones en el PAN, donde si las cosas no salen bien con los priistas locales y por supuesto, el líder nacional tricolor Alejandro Moreno, ya analizan cómo convencer a MC —partido que gusta jugar solo—, de unirse a un bloque opositor a Morena, al que también podrían llamar al PRD y Nueva Alianza. La razón, nos explican, es que por más bien parados que se encuentren en la entidad, en las filas blanquiazules pesa el triunfo del partido guinda en Campeche y Quintana Roo, por lo que podrían buscar ir a la segura y no arriesgarse. ¿Les funcionará o tendrán un as bajo la manga?