Al menos 230 jóvenes, de entre 13 y 18 años de edad, ingresaron a hospitales del sector público y privado anoche con fiebre, dolor estomacal, vómito y diarrea, luego de consumir alimentos durante un evento que inició el lunes pasado y que es organizado cada verano por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , en Cancún.

El evento, que ha sido cancelado, concentró a 430 jóvenes pertenecientes a “Estacas” -como los mormones llaman a la suma de barrios que congregan en una comunidad- asentadas en las ciudades de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, en Quintana Roo y de Tizimin, Yucatán.

Tony Saunders

, presidente de la “Estaca Kabah”, ubicada en la Supermanzana 38 de esta ciudad, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL , que el menú ofrecido durante el evento, es variado, pero particularmente este miércoles, consistió en chilaquiles, pollo, pescado, fruta, ensaladas, pizza y postres.

Entre la tarde y la noche, luego de los talleres de espiritualidad y fortalecimiento, varios jóvenes comenzaron a manifestar dolencias estomacales, mareos, fiebre, náuseas y vómito.

La capilla cuenta con médicos y una ambulancia fija que funciona las 24 horas. Los jóvenes fueron atendidos, pero el número de enfermos incrementó, al grado en que tuvieron que solicitar apoyo para canalizarlos a hospitales tanto del sector público, como privado, indicó Gustavo Ramos , director de comunicación , quien admitió que hubo un momento, en la noche, donde “hubo mucha conmoción”.

Ramos indicó que hasta el momento el número de jóvenes afectados asciende a 178, pero algunos han comenzado a presentar los mismos síntomas esta mañana y otros han recaído.

Por separado, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria II , Homero León Pérez , informó que el número de jóvenes afectados alcanza los 230, derivado de la ingesta de carne de cerdo y de pollo.

En conferencia de prensa, detalló que la cifra corresponde sólo a aquellos que fueron canalizados al Hospital General “Jesús Kumate” (107); a los seis que se atendieron en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y al resto que fue atendido en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). “No hemos recibido información de hospitales privados”, respondió.

El funcionario manifestó que ninguno de los pacientes presenta un cuadro de salud grave y señaló que varios han sido dados de alta.

Agregó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) , se encuentra a cargo de la investigación para determinar qué fue lo que sucedió y cuáles fueron las causas de la intoxicación; quién preparó los alimentos, quién los cocinó e incluso, quién los sirvió.

Descartó que la situación hubiese “colapsado” a los servicios médicos locales y conminó a la población a extremar precauciones en el cocido de alimentos y la higiene para prepararlos, toda vez que las altas temperaturas favorecen el aumento de enfermedades gastrointestinales .

Al respecto, Tony Saunders y Gustavo Ramos , subrayaron que la congregación es la más interesada en conocer cuáles fueron las causas de lo sucedido, porque es la primera vez en la historia de la Iglesia, en que les sucede algo similar.

“Nosotros estamos de puertas abiertas. Como puedes ver aquí está la gente de la Cofepris, haciendo sus análisis, y nosotros cooperando completamente. Este evento era para los jóvenes y ellos siguen siendo nuestra prioridad emocional y económica”, remarcó Ramos.

En la Capilla, se encuentran inspectores de la Cofepris, recorriendo el área de cocina, revisando la cisterna de agua y entrevistándose con la gente del sitio.

En el patio, se observan aún las carpas montadas y la sillería, en donde se realizaban algunas de las actividades y también las comidas o cenas. Incluso, sobre un mueble, en el interior del recinto, se aprecian una veintena de cajas de pizza, intactas, que ya nadie comió.

En algún momento, dos jóvenes han vuelto del médico. Lucen cansadas, con ojeras y debilitadas. Están llorosas. Son las mayores de edad, chicas de entre 25 y 27 años, a cargo de los más jóvenes. Conversan y dicen que se sienten muy mal todavía; que les duele el estómago y presentan nauseas. Emocionalmente también se sienten mal, porque el evento que prepararon todo un año, ha tenido este desenlace.

Ramos agrega que un grupo de afectados retornó hoy a Chetumal. Otros, provenientes de Playa del Carmen, fueron recogidos por sus padres.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días agrupa a más de siete mil miembros en Cancún, en donde tiene tres Estacas: Cancún, Kabah y la Hacienda, cada una con poco más de dos mil congregados.

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