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Aguascalientes.— La seguridad y tranquilidad, así como la paz social y laboral han propiciado que la entidad sea una de las que más certeza ofrece para vivir en el país y sea una capaz de captar mayor inversión extranjera.
Lo anterior “es prueba contundente de que Aguascalientes es un estado seguro”, afirmó el gobernador Martín Orozco Sandoval en su cuarto informe de gobierno en materia de Seguridad.
Dijo que, “sin presunción ni conformismo”, en los últimos cuatro años, la entidad se ha consolidado como una de las tres más seguras del país.
Explicó que, con una inversión de más de 800 millones de pesos, el C5 de Aguascalientes es el mejor equipado del país.
Ello ha permitido reducir en más de 50% el tiempo de respuesta del 911; desde el centro de control serán verificados los autobuses urbanos, lo que permitirá un servicio más eficiente y que las unidades realicen a tiempo sus respectivos recorridos.
El mandatario estatal aseguró que la entidad ocupa el lugar 31 a nivel nacional en homicidios dolosos y el 30 en feminicidios; la tasa de robo a transportistas es de 0.23, muy por debajo de la nacional que es de 9.70.
Asimismo, su administración ha ejercido con honestidad y transparencia los recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), al fortalecer a las corporaciones con mejor equipamiento, tecnología y la renovación del parque vehicular, con un incremento de 75.3% a este presupuesto en los últimos cuatro años.
Ello se ha visto reflejado en la disminución de lesiones dolosas y el narcomenudeo, según la información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y precisó que Aguascalientes ha privilegiado y fortalecido la reinserción social para cumplir con el propósito de la estrategia Reintegra, proyecto que brinda rehabilitación a personas con antecedentes de robo y que, a la fecha, ha atendido a 927 usuarios, de los cuales 60% no ha vuelto a incurrir en actividad delictiva.
En su mensaje, Orozco Sandoval llamó a los titulares y elementos de las corporaciones de los tres niveles de gobierno a ser más empáticos con las exigencias de la ciudadanía como servidores públicos dispuestos a ayudar y “a no ser un peso más en el dolor de las víctimas”.
Concluyó con un exhorto a las familias a permanecer unidas y practicar los valores, ya que, insistió, la primera línea de defensa contra la delincuencia comienza a resolverse en los hogares, mientras que a las instituciones les solicitó brindar justicia y a mantener seguro el territorio.
