Tuxtla Gutiérrez.- La agresión de lugareños armados a ejidatarios zoques del ejido Esquipulas Guayabal en el municipio de Chapultenango , dejó un saldo de tres personas golpeadas, al menos 35 viviendas quemadas y destruidas, e igual cantidad de familias desplazadas, denunciaron los agraviados.
El ataque, donde los ejidatarios fueron golpeados con culatas de armas de fuego, ocurrió la mañana de este domingo derivado de la disputa de tierras en esa zona del norte de Chiapas.
Uno de los representantes de los ejidatarios, desde el anonimato, relató que la incursión violenta se produjo cuando realizaban una reunión con motivo de sus fiestas tradicionales.
"Empezábamos una reunión, alrededor de las nueve de la mañana sobre la fiesta que se celebrará el 13, 14 y 15 de enero próximo, cuando pasaron cinco hombres sin armas, pero atrás venían otros con armas de grueso calibre disparando al aire. Logramos meternos en la vivienda, pero nos alcanzaron y golpearon fuerte”.
El problema estalló, precisó el representante ejidal, porque las autoridades agrarias anularon el nombramiento de quienes usurpaban los cargos de presidente del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia. Éstos representan a un grupo de tzotziles que pretenden "seguirnos despojando de las tierras”.
El grupo, aseguró el entrevistado, lo encabeza Moisés Domínguez Bautista quien "usurpa el cargo de presidente del comisariado ejidal de Guayabal, localizado sobre una superficie de dos mil hectáreas”.
Ellos poseen aproximadamente 30 hectáreas, cada quien, "que nos arrebataron". No son ejidatarios básico ni hijos de ejidatarios y tienen más terrenos que nosotros, "pero quieren quitarnos más tierras", acusó.
Como perdieron el juicio agrario, Moisés Domínguez dijo que arreglaría el problema con su gente, explicó.
Ambos grupos viven en Esquipulas Guayabal desde febrero de 2009. El representante comunitario dijo que ellos son 27 ejidatarios básicos y los del grupo contrario "ni hijos ni ejidatarios básicos son. Están despojándonos de las tierras”, alertó.
De acuerdo con su testimonio, los agresores armados quemaron y destruyeron 35 viviendas; como pudieron los ocupantes huyeron a la cabecera municipal, distante 8 kilómetros del ejido.
Contó que los desplazados han llegado "uno por uno" y son instalados en un albergue, donde los apoyan con cobijas y colchonetas.
El agente municipal Isabelino Gómez Díaz no había llegado la tarde de este domingo, y estaba reportado como desaparecido.
Este mismo día, representantes del ejido acudieron a la delegación de la Fiscalía en el municipio vecino de Pichucalco, donde interpondrían la denuncia por los hechos violentos.
Los zoques agraviados exigieron justicia y castigo legal al gobierno. Hace cuatro años nos agredieron igual y nunca se hizo nada, acusaron.
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afcl