La Paz.— Baja California Sur se ha convertido en una opción en la ruta de migrantes africanos que arriban a México y buscan llegar a Estados Unidos; pese a lo costoso y largo del trayecto, los extranjeros usan esta ruta por seguridad. En tres meses, poco más de mil migrantes han llegado al estado y sólo en los primeros días de febrero suman ya cerca de 400, confirmaron autoridades estatales.
Provenientes de países como Guinea, Senegal, Etiopía, Mauritania, Ruanda, Somalia, Angola y Congo, así como de Kenia, Yibuti, Sudán y Eritrea, cientos de personas en movilidad vestidos con ropa abrigadora, tenis, mochilas de viaje, gorros y bufandas bajan de las camionetas procedentes del Aeropuerto Internacional de La Paz o del puerto de Pichilingue, y se dirigen a la estación principal de autobús del malecón.
Hacen fila de inmediato para comprar el boleto que los llevará a Tijuana por 2 mil o hasta 3 mil pesos por persona; el autobús atraviesa los dos estados que integran la península y recorre mil 500 kilómetros de zonas serranas y desérticas durante 24 horas de viaje.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, Saúl González Núñez, secretario general de Gobierno, explicó que tienen un registro aproximado de mil migrantes africanos que han arribado a la entidad desde diciembre pasado hasta este lunes, tanto por el ferry que conecta a la entidad con Sinaloa, como por los aeropuertos internacionales de La Paz y de San José del Cabo.
“Están llegando con visas humanitarias, con permiso para 20 días como máximo y lo que hemos detectado es que Baja California Sur está siendo parte de la ruta para llegar a Tijuana. Entran al país por Chiapas, se trasladan a Ciudad de México en autobús, luego vía aérea a Mazatlán y toman el ferry para La Paz, y de aquí se dirigen a Tijuana”, confirmó.
El funcionario refirió que ya se está analizando el tema en la mesa de seguridad, agregó que los migrantes están buscando una ruta segura y al tener la entidad los menores índices de criminalidad están llegando a la zona, a pesar de lo caro y largo del camino por toda la península de Baja California.
Además, señaló que esta movilización no había sido registrada anteriormente, ni siquiera con migrantes centroamericanos y ha sido un fenómeno de meses recientes, por lo que se ha activado un protocolo de seguridad, tanto para ellos como para residentes de este destino turístico.
“Ellos llegan con documentación, en su gran mayoría. Hemos detectado si acaso 50 personas con inconsistencias en su documentación y no se les ha permitido su ingreso. Es un tema prioritario para la mesa de seguridad. Estamos dando seguimiento a su trayecto vía terrestre, y en alerta ante cualquier incidente que pudiera ocurrir y hasta el momento no ha sucedido nada de ello”, comentó González Núñez.
Los migrantes se concentran en el corazón de la zona turística de La Paz, en la estación de autobuses frente a la plaza central.
En todo momento se les ve con sus teléfonos celulares en mano, haciendo llamadas, la mayoría de ellos dialogando en francés. Algunos no dejan las maletas, ingresan a los restaurantes, compran en tiendas de conveniencia de la zona y pasean por el malecón.
Tienen cinco horarios como opción de salida de esta ciudad, identificada como un destino caro y una zona para vivir costosa por su lejanía del centro del país.
Los turistas estadounidenses los observan, algunos les toman fotos, mientras, grupos de migrantes optan por no estar sentados mucho tiempo y prefieren conocer un poco la ciudad en tanto sale su autobús al norte.
En La Paz, los habitantes se alistan para celebrar el Carnaval, donde por primera vez se encuentran migrantes y turistas en la misma región.
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Otras acciones de seguridad
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y su presidenta, Charlene Ramos Hernández, indicaron que están dando seguimiento al registro de esta oleada de migrantes africanos en territorio sudcaliforniano y aseguró que desde el momento en que ingresan a territorio nacional es deber del Estado salvaguardar sus derechos como cualquier otra persona.
En ese sentido, señaló que no han registrado que se haya presentado algún incidente por el fenómeno migratorio en BCS y se identifica a la entidad como una nueva ruta de migrantes, por lo que la CEDH se encuentra en alerta para activar, en caso de requerirse, los protocolos de actuación pertinentes para garantizar el respeto a los derechos humanos.
En tanto, el gobernador de BCS, Víctor Castro Cosío, comentó que la entidad históricamente ha sido “un santuario para miles de ciudadanos de diversas partes del mundo” y pidió a la ciudadanía no caer en actos discriminatorios contra los migrantes africanos que están llegando a esta región.
“Estamos en el tema para que no tengan problemas en el cruce. La migración no es un delito y tenemos que respetar, mientras lleguen legales y así están llegando. Ellos buscan otro destino, allá en el norte. Nosotros llamamos a la ciudadanía a que los respete. Hay que ser hermanos de nuestros hermanos”, declaró.
De acuerdo con las autoridades estatales, también se ha identificado la presencia en menor medida de migrantes de Afganistán, India y Ecuador.