El presidente del Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (INE) , Edgar Humberto Arias Alba, advirtió posibles riesgos para que el proceso electoral 2017-2018 se desarrolle de manera ordenada, pacífica y transcurra por las vías legales.
Estos riesgos, precisó, pueden presentarse por el desencanto e inconformidad social y el descrédito de las instituciones democráticas, gobierno y partidos políticos, actores políticos y congresos, entre otros.
El próximo 1 de julio de 2018 habrá elecciones concurrentes en el estado de Oaxaca. En el ámbito local se elegirán a diputados locales y concejales de 153 ayuntamientos que se rigen por el sistema de partidos políticos; paralelamente, se elegirá a Presidente de la República y se renovará la Cámara de Diputados federal y la de Senadores.
Por su magnitud, las elecciones son consideradas como las más importantes en la historia reciente del país. En nueve entidades del país se elegirá a gobernador y contenderán partidos políticos e independientes por más de 19 cargos de representación popular.
“La rutina democrática que se ha instalado en México después de 40 años de reformas a nuestro sistema político electoral, nos encuentra nuevamente en una coyuntura histórica que es al mismo tiempo un riesgo y una esperanza”, manifestó Arias Alba durante la instalación hoy del Consejo Local del INE.
El funcionario opinó que a las complejas tareas de preparación de la elección y que van desde la logística electoral, sistemas informáticos, custodia de materiales y documentación electoral, la integración de las mesas de casilla, entre otros, se suma un contexto social caracterizado por el cada vez más “bajo aprecio social” a las instituciones democráticas, a los gobiernos, a los partidos, a los congresos, en suma, a los fundamentos básicos del modelo democrático.
En este escenario, precisó las fortalezas y debilidades del órgano electoral en el desarrollo del proceso electoral que tendrá su punto más álgido en los comicios del uno de julio del próximo año.
Entre las fortalezas, destacó la experiencia de un proceso federal previo y múltiples elecciones locales, los mecanismos de coordinación, colaboración y acompañamiento con los órganos electorales locales, una plataforma tecnológica, el servicio civil de carrera mejor evaluado del país, capacidades suficientes para regular a actores políticos.
Las debilidades, agregó, son la falta de capacidad de comunicar a la ciudadanía adecuadamente la labor del INE, incentivar la participación de la gente, y garantizar el apego a las normas por parte de partidos y candidatos.
“Si bien no debe perderse de vista que partidos y candidaturas son corresponsables de la organización y buen desarrollo del proceso electoral, quienes integramos la autoridad electoral llevamos la doble responsabilidad de cumplir y hacer cumplir las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias que generen elecciones auténticas, libres y justas”, cerró.
afcl