Aguascalientes.— Previo a que se cumplan cuatro meses de la explosión e incendio de una pipa con combustible que intentó ganarle el paso al tren, habitantes del fraccionamiento México reclaman la reparación completa de sus casas y un dictamen oficial de los daños causados, ya que tienen miedo de que los inmuebles se vengan abajo.
La propiedad de María del Rayo Mora Rendón sigue en ruinas y de sus bienes sólo le quedan bandejas achicharradas. No tiene techo ni pisos, sólo bardas tiznadas que dejan ver la madera quemada de lo que fue su cocina. “Lo triste es que nadie le ha echado la mano para volver a construirla”, dice su hija, quien omitió dar su nombre por temor a represalias .
Su madre, de 69 años, se encuentra con otros de sus hijos en otra zona de la ciudad desde el 20 de octubre de 2022, cuando un río de fuego entró a su casa de dos pisos y la dejó en ruinas.
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El número 130 de la calle Chihuahua lo habitaba María del Rayo con nueve personas más, entre hijos y nietos, quienes después de los hechos encontraron refugio con otros familiares.
“Obras Públicas ofreció construir la casa de un piso, pero no han comenzado; no sabemos para cuándo”, comenta.
Lamenta la falta de voluntad ante la tragedia que representa la pérdida del único patrimonio de una persona adulta. Dice que su madre está afectada emocionalmente: “Quiere volver; no dice nada, pero se ve la tristeza... La conocemos”.
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Las viviendas de sus vecinas fueron reconstruidas o rehabilitadas por las autoridades, pero algunas a medias, pues aunque están pintadas por fuera siguen con techos “pandeados”, muros y pisos quemados y desprendidos. “Las casas se ven bonitas por fuera, pero por dentro están mal, es puro maquillaje”, dice.
Aquella tarde, 120 propiedades de las calles Chihuahua y Ferrocarril presentaron daños, 15 de éstas con pérdida total; 50 vehículos se quemaron, 15 de ellos por completo. El puente vehicular de la avenida Aguascalientes sufrió daños mayores por haber quedado expuesto a 800 grados centígrados por el incendio.
Sin avances
A la fecha no tienen un dictamen pericial por parte del gobierno municipal ni de la Fiscalía General del Estado sobre la afectación a los inmuebles.
La pluma ferroviaria está caída sobre la tierra. En el cruce de las vías de la calle Ferrocarril, justo donde el tren chocó a la pipa cargada con 35 mil litros del diesel de la empresa Velero.
“Ese día escuchamos la explosión. Mi comadre Érika pasó gritando que el tren había chocado con una pipa… La corriente del diesel con lumbre venía por la calle; salimos corriendo”, recuerda Evarista Villalobos.
A casi cuatro meses de la explosión, afirma que sigue la angustia. “Todavía está uno con el pendiente, [con] cualquier estruendo está uno temeroso de que algo vaya a pasar, alguna otra cosa más”.
Un tinaco deformado desluce en el tercer piso de la finca con el número 154 y a metros del bloque de paneles solares chamuscados, un trozo de lona cuelga de un espectacular. Las secuelas del accidente están a la vista: postes tiznados y con cables achicharrados, el puente vehicular está incompleto en la estructura central, en proceso de “renovación y reconstrucción”.
Doña Evarista recuerda que el alcalde Leonardo Montañez y la gobernadora Teresa Jiménez prometieron ayuda para todos, pero ha sido a medias, y a la casa de su amiga María del Rayo no le han puesto ni un ladrillo.
La fiscalía, dice, no les ha brindado el avance del proceso que siguen en contra del conductor de la pipa y de la empresa Velero, propietaria de la unidad, que el día de los hechos, a través de un representante, ofreció a la gobernadora que el seguro se haría cargo de reparar los daños.
La mujer de la tercera edad forma parte de un grupo de vecinos que elaboró una serie de cartas con peticiones a las autoridades y a la FGR para que terminen lo que empezaron y cumplan los compromisos que salieron a hacer públicamente el día de la tragedia.
En su caso, relata, una constructora contratada por el gobierno tumbó el techo del segundo piso y le puso uno nuevo, enjarró los muros y cambió los accesorios del baño, pero dejaron el azulejo del piso quemado y desprendido, pues la compañía le dijo que no había presupuesto para ello.
El chofer de la pipa, Israel Alejandro, de 50 años de edad, sigue recluido en el penal para varones de Aguascalientes vinculado a proceso por los delitos de daños y lesiones culposos, en tanto que la aseguradora comenzó el acercamiento con los afectados para buscar un acuerdo reparatorio.
Se cayeron las ventas
Los comerciantes exigen a la presidencia municipal la agilización de las obras en la zona para la apertura total y permanente de las calles, ante las pérdidas que enfrentan.
La policía municipal montó una guardia permanente con un cordón perimetral de seguridad que por 103 días impidió el paso de vehículos por las vialidades laterales de la avenida Aguascalientes, lo que propició la caída de la actividad económica en la zona de por sí afectada.
Propietarios de negocios quebraron o despidieron a sus trabajadores y otros los cerraron o pusieron locales en renta. “Los negocios están mal, bajaron las ventas”, comentó el empleado de una paletería.
La titular de una clínica dental —quien pidió la reserva de su nombre— despidió a su personal por no tener dinero para sus sueldos y los pagos al IMSS, pues el cierre de la avenida y falta de espacios para estacionarse ahuyentaron a la clientela.
El dueño de la tortillería comentó que el incendio dañó las máquinas y el local, ubicado a escasos metros de la vía, y aseguró que el gobierno les reemplazó las cortinas que tronaron con la explosión, pero por su parte tuvieron que reparar los equipos y pintar las bardas.
Al comenzar febrero pasado, el alcalde Leonardo Montañez ordenó retirar el bloqueo en la avenida Aguascalientes de forma temporal para abrir el paso de autos, tras las expresiones de molestia de comerciantes.
La circulación es por las laterales hasta en tanto siga el proceso de colocación de nuevas estructuras al puente en la parte alta de las vías del ferrocarril.
En un par de semanas comenzará el montaje de la estructura metálica del puente, lo que implicará el cierre temporal del carril sur y —posteriormente— el norte, en el fraccionamiento México, adelantó la autoridad municipal.
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