Colima.— A cinco días de que inicie su administración como gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva acusó que el gobierno del priista Ignacio Peralta ha dejado un desastre financiero que compromete casi dos terceras partes del presupuesto, por lo que anunció una auditoría que deberá estar antes de febrero, a fin de deslindar responsabilidades.
Indicó que a pesar de que el equipo de transición de la administración saliente ha entregado las claves para ingresar al sistema en el que se resguarda la información de las dependencias estatales, hay datos que no se han cargado, por lo que aún no es posible tener un panorama completo.
Dijo que hasta ahora se han detectado pasivos que suman más de 11 mil 100 millones de pesos, “lo que significa que cada una de las y los colimenses, cada niña y cada niño que nace en Colima deben unos 15 mil pesos”.
Vizcaíno Silva señaló que si bien el gobierno estatal ha dicho que el desbalance financiero que se tiene se debe al cumplimiento de la Ley de Disciplina Financiera que obligó a pagar los créditos contratados a corto plazo, el problema viene de años atrás.
Al revisar los créditos a corto plazo de años pasados, éstos fueron creciendo desde los 200 millones de pesos que se contrataron en 2016 hasta los mil 210 millones de pesos en 2020.
Informó además que tan solo de intereses por esos créditos a corto plazo se han pagado mil 700 millones de pesos, es decir, el 10% del presupuesto anual.
Víctor Torrero, del equipo de transición de Vizcaíno, precisó que la deuda a largo plazo que heredará el gobierno entrante alcanza los 3 mil 300 millones de pesos, además de que hay otros pasivos.