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Acapulco.— Son las dos de la tarde en la playa Suave de Acapulco, el sol está insoportable, la arena quema, en las enramadas unas personas están tratando de refrescarse con alguna bebida, y otras no pudieron más y corrieron al mar a sofocar el calor, sobre todo, los niños que chapucean y torean las olas.
A casi nadie de quienes se encuentran en el lugar molesta el tufo permanente que sale del drenaje del puente de la vía rápida, a menos de 50 metros de la primera enramada.
Playa Suave fue declarada el lunes como no apta para uso humano por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), junto con las playas Manzanillos, Hornos, Caletilla y Carabalí, todas en Acapulco.
Pero muy pocos se han enterado del informe de la Cofepris.
“No sabía, pero esto nos va a afectar mucho, la gente no va a querer venir”, dice preocupado.
Juan tiene ocho años trabajando como prestador de servicios en playa Suave, es el que acomoda y después guarda todas las sillas y mesas que renta a los turistas. Siempre ha percibido el olor a drenaje que se mezcla con la brisa.
Denuncia. “Desde hace muchos años se ha estado denunciando, pidiendo que se tape ese desagüe, hemos ido a la Profepa y siempre nos dicen que le van a dar seguimiento y ya”, dice molesto el joven.
Después, sin pregunta de por medio, cuenta lo que le ha pasado en esta playa: hace cinco meses tuvo que dejar de trabajar unos tres meses; le dio una infección en la piel.
“Me salieron unas como ámpulas grandes que me las reventaba y me salía sangre”, cuenta Juan, con preocupación. Recuerda que lo tuvieron que inyectar durante una semana, tomó vitaminas y se estuvo bañando con un jabón de azufre, “ese que dan para la sarna”.
Las ronchas, comenta, le comenzaron a salir después de que se metió a nadar al mar al final de una temporada que fue extenuante. “Ya con esto que me está enseñando usted [la nota], ¿cree que yo me quiero meter?”, dice.
—¿Y ustedes le dicen a los turistas que está contaminada la playa?
—Esa es la bronca, si les digo se van y nos quedamos sin trabajo.
Justo en la boca de la playa Suave desemboca la salida de un drenaje. El olor es potente y permanente, nunca deja de salir agua negra que provienen, tal vez, del mercado y de las colonias altas del puerto.
Para detener un poco la salida del drenaje, Juan y muchos de los prestadores de servicios durante las vacaciones bloquean la corriente de las aguas negras con sacos de arena pero, dice, quieren que el gobierno les dé una solución permanente.
El informe de la Cofepris dice que playa Suave es la más contaminada. En un recorrido por las playas de la Costera Miguel Alemán se pueden ver varias salidas de drenajes parecidas a la de playa Suave. A un costado del hotel Cristal hay un pozo de aguas negras que apenas unos metros las separa del mar, en playa Tamarindo hay otra igual y muchas salidas de agua pluviales.
Cofepris establece que el límite de NMP (Número Más Probable) de enterococos —bacterias que pueden provocar infecciones urinarias, bacteremia, endocarditis, diverticulitis y meningitis— es de 200 puntos, y algunas de las playas de Acapulco sobrepasan hasta en 1884%.
El reporte de Cofepris el gobierno de Guerrero y de Acapulco lo han desestimado. La Secretaría de Salud del estado contradijo el informe: dice que las playas de Acapulco son aptas para el uso humano.
La directora de Ecología del puerto de Acapulco, Guadalupe Rivas, asegura que los resultados que presentó la Cofepris son resultado de las primeras lluvias que “siempre arrastran lo que se tiene estancado en los canales y es lo que se muestra en ese primer monitoreo y eso hizo que rebasara el nivel de enterococos”.
La funcionaria municipal indicó que se volverán a realizar análisis para descartar la contaminación.
Ernesto Rodríguez, secretario de Turismo en Guerrero, se quejó de que los resultados los presente la Cofepris justo días antes de que inicie la temporada vacacional.
Pese a todo lo difundido, a las playas de Acapulco ya están llegando los turistas.