Salina Cruz.— Abigail mira fijamente a la cámara. Luce concentrada en la sesión fotográfica. Trae el cabello negro y lacio a la altura del pecho, porta una playera negra con la imagen de una calavera florida, diseño del artista plástico juchiteco Soid Pastrana.
No es la primera vez que posa como modelo, pues se dedicó a esta actividad durante un par de años en el estado de Puebla y también en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Junto con la fotografía y el diseño, el modelaje era una de sus pasiones.
Margarita Hay Urrutia carga dos fotografías de Abigail, su hermana menor. Ambas imágenes fueron captadas durante sesiones profesionales en las que participaba sin cobrar dinero.
Recuerda que a Abigail siempre le encantó la fotografía y eso la llevó a acercarse a varios artistas de la cámara que estaban de moda en Puebla, donde radicó por varios años con sus hermanas mayores.
Aunque nunca se consideró una modelo como tal, apareció en la portada de una revista de moda local.
“A mi hermana siempre le gustó la fotografía, cuando vivió en Puebla conoció algunos fotógrafos, se acercó a ellos, les pidió la oportunidad de que le tomaran fotos sin recibir pago alguno; tiene fotos muy bonitas, llegó a posar con la ropa de un diseñador del Istmo.
“Apareció en una revista posando en una hacienda muy importante de Oaxaca; le encantaba la fotografía, era una mujer que amaba la vida y vivía para sus dos hijos, por eso no creemos que se haya quitado la vida, por eso exigimos justicia y que todos los involucrados paguen”, dice Margarita Hay.
El cuerpo de Abigail fue encontrado en los separos de la cárcel municipal de Salina Cruz, tres horas después de ser detenida por policías municipales.
En un primer momento, la autoridad informó a sus familiares que la mujer se ahorcó con su ropa interior; las primeras dos autopsias, una de ellas realizada por peritos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), señalaron “asfixia por estrangulamiento” como causa de la muerte. Fue por ello que un equipo de especialistas forenses de Campeche fue invitado a realizar una tercera autopsia.
La noche del 19 de agosto, policías municipales la detuvieron en una avenida de Salina Cruz, a petición de su exesposo, quien la acusó de agredirlo en la vía pública; fue aprehendida bajo el cargo de faltas administrativas, según el reporte oficial.
Después de pasar con el juez cívico calificador, quien le ofreció tres opciones: multa, trabajo comunitario o 24 horas de cárcel, supuestamente ella habría aceptado pasar un día en los separos, en donde fue encontrada muerta tres horas después.
Mientras habla con EL UNIVERSAL, Margarita Hay muestra las dos fotografías que su familia mandó ampliar para acompañar el féretro en donde yace el cuerpo de Abigail, las mismas que quedarán depositadas en el altar familiar.
Una vida tranquila
Recién el 17 de julio pasado, Abigail Hay Urrutia cumplió 30 años de edad; vivía con sus padres y sus dos hijos en una vivienda modesta en la colonia Petrolera del puerto de Salina Cruz.
A la vuelta de la casa familiar, ella tenía una lavandería, negocio con el que generaba ingresos que le ayudaban a sacar adelante a sus hijos.
Su padre, José Luis Hay Hay, la recuerda amorosa; ella era la hija que lo acompañaba en su vejez y que le hacía placentera la vida, comparte.
Las hermanas de Abigail la recuerdan como una mujer que, aunque sólo terminó la preparatoria, tenía un talento especial para crear sus propias prendas de vestir.
La precariedad económica, explican, la llevó a aprender a modificar su ropa, de manera que siempre lucía impecable y a la moda; el resultado siempre impresionó a sus hermanas, quienes señalan que ella tenía una creatividad natural, a juzgar por las piezas que creaba.
Tal como la describen sus familiares, Abigail era como cualquier persona: bailaba y cantaba con sus hermanas en las fiestas familiares, le gustaba patinar y también andaba en bicicleta, vehículo de transporte que utilizaba todos los días para ir a dejar a su hijo a la escuela.
Abigail es dibujada por sus hermanas y padre como una mujer que se encargó de sus hijos de manera valiente, ante la ausencia de la figura paterna; también la señalan como amorosa hermana e hija.
Investigación en proceso
Las hermanas de Abigail cargan sus fotografías hasta el panteón municipal. Dicen que prefieren recordarla así como se ve en las imágenes: hermosa, apasionada y feliz.
Después de cinco días de convivir con el cuerpo depositado en medio de la casa familiar, a la espera de los resultados de las tres autopsias realizadas, la familia logra por fin un poco de paz al sepultar a Abigail.
Aunque su cuerpo ya descansa, la exigencia de justicia se mantiene en familiares, amigas y conocidos, quienes señalan que no pararán hasta que todos los involucrados en su muerte reciban un castigo.
Patricia del Socorro Rodríguez Reyes, sicóloga forense y perito certificado en sicología jurídica forense, señala que después de las autopsias realizadas, el equipo de peritos externos a la FGEO realizan las investigaciones en los separos de la comandancia municipal, en donde Abigail pasó sus últimas horas con vida.
También llevan a cabo entrevistas a familiares y amigos, para conocer más sobre su estado de salud y ánimo en los últimos seis meses, además de analizar la carpeta de investigación de la fiscalía, esto para llegar a la verdad científica.
Mientras tanto, las autoridades correspondientes están verificando la supuesta “carta” que Abigail dejó escrita en la pared de la cárcel, de cuya existencia la familia se enteró cinco días después.
Las autoridades de la fiscalía hicieron públicos los resultados de las tres autopsias, las cuales coinciden en “asfixia por ahorcamiento” como causa de la muerte, por lo que ahora buscan responder a la pregunta de quién causó esa asfixia.
Mientras tanto, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, informó durante la habitual conferencia matutina del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que el caso se investiga ahora bajo la hipótesis de feminicidio.
Después de la presión mediática ejercida por la familia y distintos sectores de la sociedad, la fiscalía detuvo a cuatro personas: tres policías municipales que participaron en el arresto de Abigail y al juez cívico calificador Joel Alberto Luis.
El viernes por la tarde, al grito de “la policía no me cuida, me asesina”, familiares y amigas de Abigail marcharon por las principales calles de esta ciudad portuaria para exigir justicia para la joven.
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