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Tijuana.— Desde hace una semana, familias migrantes comenzaron a instalarse a las puertas de la garita San Ysidro —el puerto fronterizo más transitado del mundo—, donde duermen a la intemperie con la esperanza de ser atendidas por el gobierno de Estados Unidos para iniciar su trámite de asilo.
Al principio, apenas eran unas cuantas familias, pero ayer ya superaban las 300 personas —incluidos niños y niñas— de nacionalidades diversas, pues hay latinos, personas de Medio Oriente y europeos.
César, un migrante venezolano, tenía muchas dudas sobre irse a instalar, pero desde hace un mes que llegó vivía en un albergue y aun cuando todos los días intentaba ingresar a la aplicación CBP One para agendar una cita, nunca pudo lograrlo.
Uno de esos días, dentro del albergue alguien le compartió un video donde un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) explicaba que aquellos migrantes que llegaran a los puertos fronterizos serían atendidos. No lo dudó, tomó sus cosas y se fue.
“Tengo varios días y le están dando prioridad a las familias y mujeres con niños, pero aquí estoy”, explica apenas a unos pasos de la entrada, parado sobre el concreto donde ha dormido sin una cobija ni un colchón.
“Prefiero aguantar unos días esto aquí que estar meses sin saber si lograré entrar”, afirma.
Algunas familias tenían más de un mes acuarteladas en los albergues, con una rutina casi perfecta de despertar todas las mañanas para intentar conseguir una cita en la aplicación, la cual nunca llegó. Fue a través de los grupos de redes sociales que se comparten entre los mismos migrantes donde vieron un video en el que les explicaban que serían aceptados si se presentaban en el puerto fronterizo.
En la grabación aparece un oficial vestido con el uniforme de CBP y habla de las excepciones para poder ser aceptados, por ejemplo, les explica que si padecen alguna enfermedad o sufren de algún riesgo inminente, entonces pueden ingresar a pie y sin necesidad de una cita.
“Mire, aquí dicen ellos”, explica Eduardo, un hondureño que viajó hasta Tijuana con su hijo de menos de 10 años. Ambos duermen sobre el concreto, a unos metros del puerto fronterizo, “es su página oficial de Twitter, ahí dicen que sí podemos pasar y que sí nos van a recibir”.
Mientras, el Ayuntamiento de Tijuana lanzó una invitación a los migrantes que duermen a la intemperie para trasladarse a un albergue habilitado dentro de la Unidad Deportiva Reforma. El gobierno estatal asegura que ninguna familia será retirada por la fuerza, sólo se les invitará a resguardarse en los refugios.
