Guadalajara.— A un año de la desaparición de Roberto Olmeda Cuéllar, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Miranda y Dante Hernández en Lagos de Moreno, en Los Altos de Jalisco, la fiscalía estatal parece haber dejado de buscarlos y considerar el caso cerrado tras la detención de 10 personas relacionadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de las cuales únicamente cinco han sido vinculadas a proceso por la desaparición de los cinco jóvenes.
“Sí nos buscan [de la fiscalía], sí nos informan, nos han ofrecido atención sicológica y protección, pero la investigación sobre su paradero no avanza”, señala un familiar de los jóvenes que prefiere hablar de manera anónima.
“Nosotros los seguimos buscando porque parece que ellos [la fiscalía] ya los han dejado de buscar”, dice.
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A partir de algunas declaraciones e indicios, la principal hipótesis de las autoridades es que los jóvenes fueron asesinados y sus cuerpos quemados en un horno como los que se utilizan para hacer ladrillos, pero eso no está comprobado; en tanto, una de las líneas de investigación sobre el móvil tiene que ver con que los cinco amigos se negaron a ser reclutados por un cártel.
Fuera del Área Metropolitana de Guadalajara, Lagos de Moreno es el municipio que registra más desapariciones (560 casos) y los colectivos de búsqueda de la región lo han denunciado desde hace tiempo, pero a partir de la desaparición de Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante, los habitantes de este Pueblo Mágico lo han constatado.
“La gente se ha unido más, pero las desapariciones siguen ocurriendo, principalmente jóvenes, y eso no debería pasar”, señala el familiar consultado por EL UNIVERSAL.
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Uno de los casos más recientes y que ha vuelto a impactar a la gente de la llamada “Ciudad del Futuro”, es el de Jesús Isaac Castillo Mireles, hijo de la buscadora Catalina Mireles Romero, quien fue desaparecido por un grupo armado que entró a su domicilio y se lo llevó. Dos días después fue localizado sin vida.
Catalina Mireles sigue buscando a su hija Ana Elvira Castillo Mireles, desaparecida el 28 de abril de 2015, y a su hermano Arturo Mireles, desaparecido el 19 de diciembre de 2022.
Las capturas
La noche del viernes 11 de agosto de 2023, Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante fueron privados de la libertad por un comando mientras estaban en las inmediaciones del mirador de la colonia San Miguel; ante la falta de acciones inmediatas de búsqueda por parte de las autoridades, el domingo 13 los familiares de los cinco jóvenes protestaron públicamente durante la semifinal de la Copa Jalisco, torneo de futbol organizado por el gobierno estatal.
La noticia llamó entonces la atención de medios nacionales e internacionales y para el lunes 14 de agosto, presionados por la opinión pública, autoridades estatales desplegaron un intenso operativo de búsqueda encabezado por el fiscal Luis Joaquín Méndez Ruiz.
Durante los siguientes cuatro días las acciones de búsqueda llevaron a la localización de los vehículos en los que se desplazaban los cinco jóvenes la noche de su desaparición, se encontraron los cuerpos calcinados de cuatro personas (tres en un predio a las afueras de Lagos de Moreno y otro dentro de uno de los autos de los jóvenes); se descubrió que tras capturarlos, los agresores los llevaron a una casa cercana a un mirador de la colonia San Miguel y por la madrugada los condujeron hasta una finca a las orillas de la ciudad, donde fueron videograbados y fotografiados; para entonces el gobernador Enrique Alfaro ya había solicitado que la Fiscalía General de la República atrajera el caso porque había indicios de que el crimen organizado estaba involucrado, pero hasta ahora no ha obtenido respuesta.
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El 18 de agosto cientos de personas se manifestaron de manera pacífica para protestar por las desapariciones en la región, que entonces sumaban más de mil 500 casos en los 20 municipios de Los Altos de Jalisco y 404 sólo en el municipio de Lagos de Moreno.
Tres días después se localizaron más restos humanos calcinados dentro de un horno para hacer ladrillos en la colonia La Orilla de Agua; en los siguientes días las autoridades confirmaron que ninguno de los cuerpos o restos localizados durante la búsqueda correspondía a los jóvenes, pero ya se perfilaba la hipótesis de su asesinato y la cremación clandestina de sus cuerpos.
La intensidad de la búsqueda por parte de las autoridades disminuyó, pero entre el 24 de agosto y el 2 de septiembre fueron detenidos en distintos lugares Valentín “S”, los hermanos Enahu “A” y Emanuel “A”, además de Celestino “M” y Rogelio “M”; los cinco están vinculados a proceso por su presunta participación en la desaparición de los jóvenes: los primeros cuatro por supuestamente participar en la cremación ilegal de los cuerpos y el último —un presunto cabecilla del Cártel Jalisco Nueva Generación en la región de Los Altos— por ser quien al parecer coordinó la desaparición.
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A principios de diciembre una nueva pista abría la posibilidad de localizar a Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante; después de recibir una llamada anónima a la Guardia Nacional, esta condujo a los investigadores a localizar los teléfonos celulares de los jóvenes en la finca donde fueron videograbados, un lugar que ya habían procesado los peritos forenses meses atrás.
Esa misma semana fuerzas federales reportaron la detención de Isidro “N”, El Chilo, líder de una célula del CJNG, y cuatro de sus subordinados: Luis Antonio “N”, La Morsa; Eruviel “N”, El Conejo; José Fernando “N”, El Fercho, y Víctor Armando “N”, El Diablo. A todos se les vinculó a proceso por emboscar a elementos del Ejército el 20 de noviembre de 2023 en el municipio de Teocaltiche, y aunque las autoridades estatales informaron que podrían estar relacionados con la desaparición de los jóvenes en Lagos de Moreno, no se ha informado si fueron vinculados a proceso por ese delito.
“Tenemos fe en Dios”
En Lagos de Moreno la pequeña glorieta que se encuentra en el cruce de la avenida Paseo de la Ribera y la calle Miguel Leandro Guerra ha sido rebautizada como Glorieta de las y los desaparecidos; oficialmente este municipio registra 560 personas en esa condición desde el año 2009 (79 mujeres y 481 hombres) y este día por la tarde será punto de reunión para las familias que buscan.
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En el aniversario de la desaparición de Roberto, Diego, Uriel, Jaime y Dante, se quiere recordar que también faltan Javier, Juan, Rodrigo, Ángelo, Alfredo, Paulo, Susana, María… y con una veladora en mano subir de nueva cuenta hasta el mirador de la colonia San Miguel para depositar es llama frente al mural que ahí emergió con el rostro de los cinco jóvenes que se han convertido en emblema de la ciudad.
“Hace un año de eso y sólo tenemos la fe en Dios de que nos haga un milagro, pero no bíblico, un milagro de que esta tierra les ablande el corazón a las personas y nos digan dónde están”, implora uno de los familiares de los jóvenes.