Ciudad Juárez.— En el poblado de Cerocahui en el municipio de Urique, Chihuahua, se tiene una paz frágil, la cual tiene que fortalecerse para dar una verdadera tranquilidad a sus habitantes, considera Jorge Atilano, responsable de las obras sociales de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.
Lo anterior a dos años del asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos en la parroquia San Francisco Javier en Cerocahui, Urique, quienes fueron privados de la vida junto con el guía de turistas, Pedro Palma por José Noriel Portillo Gil alias El Chueco, líder criminal de esa zona y quien fue asesinado el 22 de marzo de 2023 en Sinaloa.
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Diálogos por la Paz
Para la comunidad jesuita la muerte de los padres Javier y Joaquín representó un antes y un después, ya que tras el hecho se crearon los Diálogos por la Paz, los cuales han ayudado a visibilizar la situación de inseguridad en el país y a la vez construir una agenda nacional con base a la pacificación.
“Para los jesuitas este acontecimiento nos puso en sintonía con las víctimas de la violencia en México. Fue un llamado como Iglesia, con organizaciones sociales, para trabajar por la paz en el país y en Chihuahua en la Sierra Tarahumara”, dice Atilano en entrevista con EL UNIVERSAL.
También explica que la exigencia de justicia a las autoridades ha continuado, así como el diálogo, para lograr que la Tarahumara sea una zona pacífica para sus habitantes.
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“Hemos estado en diálogos con el gobierno del estado, para mejorar las condiciones de seguridad porque la paz que se tiene es frágil y esto implica tener una policía municipal preparada, coordinada con la comunidad, con la Guardia Nacional, el Ejército y con el sistema de justicia”, señala el responsable de las obras sociales de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.
“Se construyó una agenda nacional de paz, una mirada común de lo que sucede en el país con una ruta consensuada con comunidades, con expertos, sobre hacia dónde tenemos que caminar”, detalla.
Destaca que a la fecha han participado cerca de 20 mil personas en la creación de un documento que ha sido validado por el gobierno, organizaciones y comunidad, en el que se integran diferentes realidades que van desde la familia hasta el sistema penitenciario.
También se logró la constitución de la Red Nacional de Paz, que a la fecha tiene núcleos en todos los estados y con esa red se han organizado foros de justicia y seguridad, además de la reciente firma de los compromisos por la paz, que se llevó a cabo con los candidatos presidenciales a las gubernaturas y de 199 municipios del país incluido Urique en la Sierra de Chihuahua.
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Aunque los habitantes de Cerocahui refrendan que la situación está tranquila, aseguran que se debe a la presencia de la Guardia Nacional, pero dicen que eso no les regresará a los sacerdotes, ni tampoco confían en que la tranquilidad sea por mucho tiempo.
Para recordar a los sacerdotes y al guía, la comunidad rarámuri llevó a cabo este miércoles una caravana por la paz que inició donde fueron encontrados sus cuerpos. El 20 de junio, día de su aniversario luctuoso, habrá una misa oficial en la parroquia de Cerocahui.
A nivel nacional se dará a conocer la tercera etapa del Diálogo Nacional por la Paz y se develará un mural en honor a los dos sacerdotes.