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Chilpancingo.- Reporteras, fotógrafas y trabajadoras de medios de comunicación salieron a marchar este miércoles en la capital de Guerrero para denunciar la violencia que padecen: acosadas —por sus fuentes y compañeros—, por la disparidad salarial continúa, porque no tienen prestaciones, porque son discriminadas hasta por ser madres, porque sufren las consecuencias de la impunidad. Porque ser reporteras e informar las expone al doble ante la violencia.
Desde hace tres años, reporteras, fotógrafas y trabajadoras de medios de comunicación marchan este 9 de marzo. El contingente, unas 20 mujeres, salió del monumento al Bicentenario, al norte de Chilpancingo, hasta la Plaza Violetas de Anáhuac.
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Marcharon vestidas de negro con vivos de color verde y violeta. El contingente avanzó, cruzó el centro y tomó la avenida Alemán hasta la Plaza Violetas de Anáhuac.
“El 9 de marzo se ha convertido en nuestro M-8”, explicó una de las reporteras.
La marcha la acompañó la hermana y madre de Pamela Montenegro del Real , la youtuber que hacía sátira política con su personaje La Nana Pelucas, asesinada el 6 de febrero en Acapulco.
En toda la marcha recordaron a las cuatro reporteras asesinadas en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador: Norma Sarabia Garduza, María Elena Ferral, Mitchell Simón y María de Lourdes Maldonado López.
—¿Por qué como reportera saliste a marchar? —se le pregunta a Alina Navarrete, reportera de portal de noticias Réplica.
—Porque como mujer periodista he sido violentada por actores de poder, por mis propios colegas, porque estoy convencida de que la impunidad de los crímenes contra las mujeres generan un ambiente permisivo en el que nosotras estamos doblemente expuestas. Para mí, el periodismo es un medio y un espacio de resistencia para las mujeres que lo ejercen y quiero abonar, visibilizando nuestro contexto en las calles.
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Hace dos años, Alina Navarrete fue hostigada por académicos y estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) por una nota que publicó.
En la nota, contó de los relatos de acoso y hostigamiento sexual que denunciaron estudiantes de esa facultad en el foro Jornada Marea Violeta: yo te creo compañera. Uno de los señalados fue el profesor emérito Camilo Valqui Cachi.
En los días siguientes, en redes sociales, estudiantes y profesores le exigieron que ofreciera una disculpa pública a Valqui Cachi por la nota que publicó. Pero también la llamaron “resentida”, “lengua larga”.
—¿Por qué como reportera saliste a marchar? —ahora se le pregunta a Beatriz García, reportera del portal Amapola. Periodismo transgresor y el diario El Guerrero.
—Porque nombrar las violencias a la que nos enfrentamos todos los días, porque si es bien el cierto, hay más hombres periodistas que mujeres eso ha propiciado que hasta dentro del gremio seamos violentadas, acosadas, sin dejar atrás el abuso que muchas de las veces por los dueños de los medios: en el asunto de salarios dignos, prestaciones y consideraciones para las que hemos decidido ejercer nuestra maternidad, porque hasta en eso nos violentan porque pareciera que por la carga laboral que implica ser reportera, desde mismo dentro de los medios nos hacen ver que una mujer reportera no debería ser madre porque uno ya no funciona igual.
La marcha terminó con una denuncia en la Plaza Violetas de Anáhuac. Ana Lizeth Guerra del Real, la hermana de La Nana Pelucas denunció todo lo que han tenido que pasar sin poder hallar la justicia. Denunció como la Fiscalía General del Estado criminalizó el crimen antes de resolverlo. Contó de las consecuencias que vivieron por no quedarse calladas.
“A mí los policías ministeriales me tuvieron encerrada tres días y después me fueron a tirar, después me llamaron para decirme que nos fuéramos de Acapulco, me corrieron de mi trabajo, nos sacaron del lugar donde vivíamos por denunciar”, contó la hermana de La Nana Pelucas.
afcl/rmlgv