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Reynosa.- Con tan solo una palabra, Claudia Maricela Padilla Cruz ha logrado sacar de la depresión a cientos de niños migrantes que se encuentran en el campamento de la Plaza de la República en esta frontera.
Esta mujer de origen hondureño es conocida como "Valórate", así la llaman propios y extraños pues esta palabra es su estandarte para atender a niños y niñas.
Mientras pasa por entre las casas de campaña que conforman el campamento, se escuchan los gritos de los menores: "Valórate, Valórate, te abrazo".
Ella se detiene para darles un gran abrazo y alegrarles el día con su enorme sonrisa.
"Así es todo el día, ya no me llaman Claudia, todos me dicen 'Valórate', es una forma de recordar lo que les he enseñado y de alegrarnos mutuamente".
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Los salva de la depresión
La hondureña de gran sonrisa cuenta que ha conocido menores que, por el cambio tan radical que han pasado al emigrar de sus países, entran en depresión.
"Ellos han dejado sus hogares, escuelas, amigos, familia y por si fuera poco, son expuestos a situaciones difíciles como robos y violaciones".
Destaca que al llegar a las fronteras cercanas a Estados Unidos, los niños y niñas migrantes deben pasar por nuevas adversidades que les desatan conflictos emocionales.
"No tienen casa, pasan frío, hambre, conviven con personas que no conocen y que a veces abusan de ellos. No tienen donde jugar, ni distraerse", expone Claudia.
Por ello es que los menores migrantes sufren ansiedad, depresión, problemas de salud, se vuelven agresivos o tristes.
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"Pensando en esto es que se me ocurrió hablar con ellos, usar la palabra valórate para que tomaran en cuenta que aunque su vida cambió radicalmente, están bien, tienen salud, están con sus padres y que poco a poco, recuperarán su vida normal", dice esta mujer, que se ha convertido en el soporte emocional de muchos migrantes.
Asegura que son niños que necesitan de mucha atención y amor por lo que dedicarles diariamente algunas palabras, los ayuda a mejorar su estado de ánimo.
"Les he hecho ver que deben valorar que nosotros nos levantamos temprano para procurarles comida, medicinas, ropa, que pase lo que pase, debemos valorar la unidad y la amistad que hemos formado porque finalmente, ahora todos somos una gran familia".
Afirma que la palabra "Valórate" se ha vuelto un grito de guerra en el campamento y que está segura, les será de gran ayuda, cuando por fin, puedan cruzar a Estados Unidos.
"Para mí representa un logro muy grande porque una simple palabra les ha cambiado la vida, sonríen, luchan, conviven sin pelear. Han dejado de ser agresivos y están aprendiendo a ser felices", asegura Valórate.
afcl