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Chilpancingo.- Han pasado casi siete años de aquella noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala , donde criminales y policías asesinaron a tres estudiantes de Ayotzinapa y detuvieron y desaparecieron a otros 43.
Para algunos padres de estos jóvenes las investigaciones que han realizado ya dos gobiernos, el del priista Enrique Peña Nieto y el morenista Andrés Manuel López Obrador, han avanzado muy poco o casi nada, y se han empantanado en algunos lugares.
Personajes e instituciones, como el Ejército, continúan intocables. El Estado, dicen, sigue sin responder lo fundamental: ¿qué pasó esa noche?, ¿qué hicieron con los 43 jóvenes? Y, lo más importante: ¿dónde están?
Desde hace siete años, Don Emiliano Navarrete no ha parado de buscar a su hijo, José Ángel Navarrete González, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos.
El hombre es contundente: para él no hay ningún avance, pese a que el actual gobierno diga lo contrario. Ni el hallazgo de fragmentos de huesos de los estudiantes, Cristian Rodríguez y Jhosivani Guerrero, son suficientes.
—¿En estos siete años ha visto algún avance en las investigaciones?
—Para mí no existen avances, aunque ellos digan que sí, para mí un avance es tener una línea de investigación que nos lleve a saber el paradero de nuestros hijos. Porque lo hemos dicho, parece que se enfocaron en lo que dice Juan (…) yo he manifestado esa inconformidad, porque no es posible que no existan otras líneas de investigación para ir avanzando en las personas involucradas.
“No estamos satisfechos hasta el día de hoy por la investigación, para ellos ha habido avances porque se han identificado algunos pequeños fragmentos de dos jóvenes pero: ¿cómo fueron a tirar esos pequeños fragmentos?, ¿cuándo? Hay muchas interrogantes que no nos responden, ¿entonces eso es un avance? Para mí no. Para mí, es saber quién fue realmente el que vino a tirar esos fragmentos, quienes les quitaron la vida, cómo pasó. Y no solamente decir esto pertenece a uno de los jóvenes y al otro también. Eso no”.
—Después del recorrido del subsecretario de Gobernación (Alejandro) Encinas en el mismo lugar de la incineración, no será que quieren revivir la verdad histórica, ¿ustedes cómo lo ven?
—Nosotros les hemos dicho que si quieren tratar de engañarnos, no nos vamos a dejar. Nosotros vamos a defender a nuestros hijos. Ya voltearon el lugar de arriba para abajo y siguen ahí de necios. Entonces, si esa persona que está dando la información dice que ahí y está segura que él fue a dejar eso, debe de estar ahí (…) es como un pinche juego, eso molesta, me molesta a mí y a otros. Que hagan lo que se les dé su gana, que visiten cuántas veces quieran, hasta que ellos se cansen, a lo mejor y ya agarren otras líneas de investigación. Ahí se han estado enfocando mucho en esos lugares, es molesto, pero como dicen ellos, cualquier cosita se tiene que llegar a investigar por muy pequeña que sea, adelante.
—Cómo ve el avance de la línea de los militares, ya está comprobado que si estuvieron involucrados, pareciera que no se quiere jalar más allá del Capitán Crespo, ¿qué opinan ustedes?
—Nada más de escucharlos nombrar a los militares, dices: cuánta superioridad tiene este cuerpo de seguridad ante el gobierno federal, casi son intocables. Hemos solicitado una y otra vez la investigación a fondo de este cuerpo militar. En las reuniones se queda en palabras, nos dicen que van a ir con todo. Está detenido el Capitán Crespo, pero no por la desaparición de nuestros hijos, está detenido por delincuencia organizada, pero yo vuelvo y le decía al fiscal especial, que no existen evidencias, incluso la declaración de Omar (García), cuando dice que reconoce al capitán Crespo cuando llega a la clínica Cristina y les dice que den sus nombres completos, porque sino nunca los van a encontrar, desde ahí, yo le digo al fiscal especial que para mí ya existe evidencia de que los amenaza con desaparecerlos. Entonces qué pasa: ¿no amerita una investigación? No conozco de leyes, pero pienso que sí lo amerita porque desaparecieron los jóvenes esa noche.
—Estos siete años cómo les ha afectado anímicamente, en enfermedades, ¿cómo están los padres?.
—Te afecta en todos los aspectos, porque vienes aquí exigiendo, primero buscas a las autoridades correspondientes para pedir justicia y lo que encuentras son engaños y comienzas a hacer actividades y lo que ganas es que te conocen de ratero, te conocen como de una persona no sana para la sociedad, revoltoso. Pero si las autoridades nos dieran justicia, verdad, como dicen.
“Sí nos afecta, nos crea una imagen diferente de lo que somos. No tenemos justicia, abandonas tu fuente de trabajo, abandonas tu propia familia, no solamente pierdes un hijo, pierdes casi a tu propia familia. Muchos compañeros se han enfermado y han fallecido sin saber la verdad. El gobierno actual tiene toda la voluntad, que hasta te empalaga, pero seguimos sin saber qué pasó con nuestros hijos, parece que estás ante una autoridad incompetente.
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afcl/rcr