Entre 500 mil y 600 mil niños fueron potencialmente afectados por el sismo del 7 de septiembre en los municipios declarados con situación de emergencia en Oaxaca, reportó el Fondo de Naciones Unidad para la Infancia (Unicef).
En entrevista con EL UNIVERSAL, Dora Giusti, jefa de Protección a la Infancia de la representación de ese organismo en México, enfatizó que en la población infantil de Oaxaca se vive miedo por las constantes réplicas.
“En cierto sentido todavía hay miedo, inquietud en los niños. Sin embargo, hay una situación más estable en los albergues. Algunos han tenido momentos difíciles por las réplicas, pero creo que va controlado el tema sicoemocional para ayudar gradualmente a que tengan calma”, mencionó.
Para ayudar a la situación en la infancia, Unicef apoya con espacios de juegos que permiten recuperar el tema emocional de todos los menores que se vieron afectados.
Reconoció que sobre el tema de educación la situación está parada y que el retorno a clases no ha sido posible, porque están terminando las evaluaciones de los edificios.
Respecto a los espacios amigables que instaló Unicef, ya suman 12 y en ellos se trabaja con la finalidad de sanar las heridas por medio del juego, todo para que puedan regresar a su vida cotidiana.
“Hay 13 espacios seguros animados por facilitadores, que operan de lunes a sábado. Seis en Juchitán, uno en Ixtepec, dos en Ixtaltepec, uno en Unión Hidalgo, dos en San Mateo y otro más en San Blas Atempa. Todos estarán por tres meses”, explicó Dora Giusti.
Subrayó que el gobierno estatal debe garantizar los servicios en los albergues y ayudar a su manutención, así como asegurar un pronto retorno a las escuelas y la reconstrucción de las mismas.
“Unicef ha iniciado, en conjunto con sus aliados en el país, y en estrecha colaboración con el gobierno nacional y local, el establecimiento de Espacios Amigables para la Infancia (EAI), manejados por trabajadores sociales, sicólogos y educadores, en los que se brinda apoyo sicológico y emocional a los niños y niñas afectadas de una u otra forma por los terremotos”, comentó.
Asimismo, detalló que se realizan actividades para identificar y prevenir posibles casos de violencia, explotación y abuso en los albergues; y talleres de capacitación para que los padres sepan qué hacer y cómo proteger a sus niños en casos de emergencia o desastre natural.