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Monterrey.— Al cumplirse este jueves tres años del primer gobierno independiente de México, el mandatario Jaime Rodríguez Calderón no tiene muy buenas cuentas qué mostrar a la ciudadanía de Nuevo León, ni qué presumir al resto del país. No obstante, se dice satisfecho y confiado en que con el nuevo mandatario, Andrés Manuel López Obrador, obtendrá mayores apoyos para la entidad.
Una queja recurrente de El Bronco ha sido la falta de recursos, aunque cada año sus proyectos presupuestarios han sido aprobados por el Congreso del Estado. Por ejemplo, de los 75 mil 442 millones que dispuso el estado en 2015, el último año del priísta Rodrigo Medina, pasó a 77 mil 077 millones en 2016, su primer año completo al frente de la entidad.
En 2017, la Ley de Ingresos contempló 89 mil 859 millones, y se elevó a 95 mil 655 millones para 2018, y se estima que en 2019 rebase los cien mil millones de pesos.
Además, el gobierno del independiente pidió créditos bancarios que elevaron la deuda estatalde largo plazo, pasando de 35 mil 057 millones de pesos a 40 mil 113 millones, del tercer trimestre de 2015, al segundo trimestre de 2018.
En el mismo lapso, la deuda acumulada de los organismos descentralizados: Instituto de Control Vehicular, Red Estatal de Autopistas, y Servicios de Agua y Drenaje, subió de 20 mil 759 a 24 mil 954 millones.
Obras y transporte. Sin embargo, esa disponibilidad de recursos no se refleja en obras de importancia para la entidad, pues la Línea 3 del Metro —que el gobierno de Medina dejó casi concluida en 2015— no ha podido entrar en operación, pues se requieren más de 2 mil 300 millones de pesos para adquirir los vagones.
Esta línea, de sólo 7.5 kilómetros y ocho estaciones, se empezó a construir el 1 de octubre de 2013 y se ofreció entregar en agosto de 2015, pero a junio de 2018 llevaba un avance de 92%, mientras el costo proyectado pasó de 5 mil 692 a más de 10 mil millones de pesos, y se estima que podría funcionar a partir de septiembre de 2019 si se adquieren vagones usados en Alemania, o hasta 2020 si se compran carros nuevos.
Aparejado con la saturación de las dos líneas del Metro existentes, el transporte camionero no es alternativa satisfactoria para los usuarios, que con 12 pesos en pasaje ordinario, ya pagan la tarifa más cara del país, y sufren porque el gobierno del estado insiste en querer autorizar un incremento, con desliz mensual, que en tres años elevaría hasta 19 pesos el pasaje, y duplicaría de 4.50 a 9 pesos el costo del pasaje del Metro.
La violencia. Otro balance débil en la gestión de Rodríguez Calderón es el problema de inseguridad, paradójicamente uno de sus considerados puntos “fuertes”, y que promocionó en su campaña para la gubernatura.
El Bronco recibió Nuevo León con 451 homicidios dolosos en 2015 (345 en los primeros nueve meses de Rodrigo Medina, y 106 a partir de octubre cuando inició su mandato); pero de acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado, apenas en los primeros ocho meses de 2018 ya acumula 455 homicidios de ese tipo, cuatro más que en todo 2015.
Si se compara el periodo enero-agosto de 2018 con los primeros ochos meses de los cuatro años anteriores, Rodríguez Calderón se encamina a establecer su peor récord en materia de seguridad. En enero-agosto de 2015, con la administración de Medina, hubo 296 homicidios dolosos; en igual periodo de 2016, ya con el independiente se registraron 446 casos, en 2017 hubo 438, y en 2018 fueron 455 homicidios dolosos.
Nuevo León vivió los peores años de violencia en 2011 y 2012, con dos mil 003 y mil 459 homicidios dolosos; en 2013 siguió la tendencia a la baja, al registrar 719 casos, en 2014 con 490 y 2015 con 451 casos.
En su mandato han proliferado las matanzas en los tres penales de Apodaca, Topo Chico y Cadereyta, con un acumulado de más de cien muertos, destacando la masacre de febrero de 2016 en Topo Chico, que dejó 49 muertos y decenas de heridos, la más sangrienta hasta hoy en el país.
Incluso, apenas ayer se registraron disturbios en el Centro de Internamiento y Adaptación de Adolescentes Infractores del municipio de Escobedo, donde un agente antimotines resultó herido.
Y mientras Nuevo León se estancaba en obra pública, se mantenía en la zozobra por las ejecuciones, los secuestros y las extorsiones, El Bronco decidió buscar la Presidencia de la República y abandonó la gubernatura durante seis meses (del 1 de enero al 1 de julio de 2018), sólo para terminar como el candidato menos votado, y además bajo investigación de las autoridades del INE, el TEPJF y hasta la Fepade, por presuntamente utilizar recursos públicos para la obtención de firmas.