Tuxtla Gutiérrez, Chis.- El año que concluye ha sido particularmente complicado en Chiapas, debido al recrudecimiento de la violencia generada por los cárteles criminales en muchos de sus municipios, afirmó el obispo y administrador apostólico de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Rodrigo Aguilar Martínez.
En conferencia de prensa, el religioso expuso que muchos hermanos, hombres, mujeres, ancianos y niños fueron desplazados de manera violenta o impelidos a huir de sus comunidades por el miedo a perder la vida a causa de la violencia y además se ha dificultado su retorno.
En el estado se observa, la crisis humanitaria que representa la presencia de miles de migrantes en la región, que sufren por la falta de los más elementales servicios para una estancia o tránsito dignos.
El también obispo de San Cristóbal de las Casas, agregó que a esta situación se sumó el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez.
Su muerte, consideró, ha sido un duro golpe, porque con ella se ha pretendido "callar el grito profético que desnuda los mecanismos e intrincadas conexiones de la violencia y la corrupción", así como detener los esfuerzos por promover una paz digna con justicia para "las muchas víctimas de esas violencias".
No obstante esas situaciones indignantes, se contempla, aseguró Aguilar Martínez, con esperanza y gratitud los esfuerzos de muchas personas de las diócesis de Chiapas, que acompañan a las víctimas de la violencia que generan alojo para los desplazados y migrantes, que promueven iniciativas de ayuda material, emocional y espiritual.
La creciente red de proyectos de prevención de la violencia que se impulsan de la pastoral social de la provincia eclesiástica de Chiapas, las movilizaciones para pedir a Dios el don de la paz, y a las autoridades estrategias efectivas para garantizar la seguridad en nuestros pueblos, son también algunas semillas de esperanza, enfatizó.
Una tarea que tenemos en este año que iniciará es fortalecer los lazos familiares, porque de la solidez de los núcleos familiares depende la estabilidad, progreso y bienestar de la sociedad y "el futuro de la humanidad".
Aun cuando se sabe, finalizó el prelado, que muchas familias se configuran de manera diferente, debido a varias circunstancias, lo cual acarrea muchas limitantes para el pleno desarrollo de sus integrantes.
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