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Guadalajara.—Mientras que decenas de venezolanos corren a una ambulancia y otros sustraen comida de tiendas de autoservicio, la voz de Maduro se escucha serena: “Venezuela está en paz, todo el país sigue produciendo y trabajando”.
El problema es que el país sudamericano enfrenta ahora, además de las condiciones sociales, el ataque de zombis en el filme Infección, de Flavio Pedota, que ha causado sensación en el Festival Internacional de Cine que se desarrolla en esta ciudad.
“Desde George Romero (La noche de los muertos vivientes) vemos cosas como ir contra el capitalismo y la segregación racial; a mí el género me gusta, siempre me ha parecido muy fascinante y dije: ‘quiero hacer esto en Venezuela, en la montaña, al lado de la granja de mi papá’”, comenta el realizador.
Infección, coproducción con México, inicia cuando un ruso, bajo los efectos de la droga krokodill, se contagia con el virus de la rabia y desata una epidemia de seres agresivos y caníbales. En este contexto, un doctor emprende un viaje por la Venezuela destruída para tratar de salvar a su hijo.
El filme se rodó hace cuatro años en la comunidad de Aragua, cuando ya comenzaban a sentirse los efectos de la actual política venezolana, señala su protagonista Rubén Guevara.
La producción batallaba para encontrar agua y carne, por lo que debieron recorrer varios comercios para obtenerla.
La voz de alguien identificado como Maduro, presidente venezolano, así como otras situaciones mostradas, han sido ligadas por el público al presente venezolano.
“(Sobre Maduro) Ya sabemos cómo responde a las epidemias, esconden cifras, ahora a los quirófanos no se pueden pasar cámaras, hay mucha censura y nuestra película no la tiene. ¿Qué pasa si hubiera una epidiema similar? Saldrían los mal llamados líderes diciendo aquí está todo normal y es un ataque del imperio. ¡Siempre tienen la culpa los demás!”, establece Pedota.
“Dicen que hay muchos mensajes políticos, pero no, en la Venezuela casi a cada metro hay una foto de Chávez (anterior mandatario) o un discurso”, añade.
Por ahora, distribuidores en su país natal le han recomendado no estrenar ahí. Por ahora comenzará su circuito festivales en Brasil y Argentina, habiendo interés en otras competencias mexicanas.
Su presupuestos fue de 100 mil dólares (dos millones de pesos, aproximadamente), una décima parte del costo promedio de un largometraje mexicano.