Más de 280 millones de personas en el mundo padecen de depresión, según la OMS. La denominada enfermedad silenciosa del siglo XXI no distingue condición: hay celebridades que sufren este trastorno, aun cuando se muestran exitosos y gozan de fama y reconocimiento.
En México la padecen 15 de cada 100 personas, pero se habla poco de ello debido al estigma que genera, de ahí que son contadas las celebridades que han reconocido haber transitado por este padecimiento, considera Susana Zabaleta.
Ella ha hablado fuerte y claro sobre cómo ha vivido con esta condición en distintas etapas de su vida, una de ellas hace nueve años, cuando se separó de su entonces esposo, Daniel Gruener.
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“No sabía que estaba en depresión, sólo quería llorar todo el tiempo, a todas horas, me la pasaba encerrada, así pasé meses”, cuenta.
La actriz y cantante reconoce que no ha sido un camino sencillo y menos al haber crecido en un entorno en el que no era bien visto hablar de los sentimientos. Por ello, aplaude que hoy se conmemore el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, ya que es importante hablar del tema.
“Tuve muchos periodos de depresión, pero en mi época no se hablaba, si lo decías te veían débil. Reconocerlo y aceptarlo no era algo a lo que estaba acostumbrada, todo lo enfrenté sola”, comenta Zabaleta.
Al recordar el momento que vivió tras su divorcio y que le produjo una crisis, Susana revela que el estado anímico y mental que atravesaba también afectó a sus hijos, quienes en ese momento aún eran unos niños.
“Cuando me divorcié, para mí fue un gran fracaso porque yo juraba que iba a estar casada para siempre, como la Cenicienta. Llevaba días llorando cuando entró mi hija a mi habitación y me dijo: ‘mamá, a ver, ya párale, estoy hasta la madre de escucharte llorar todas las noches, métete un martini, fúmate mota, vete con tus amigas, consíguete un hombre, ¡pero ya tienes que parar de llorar!’
“Ahí entendí que mi depresión también estaba afectando a mis hijos y lo cierto es que las mamás hacemos lo que sea para que nuestros hijos no estén deprimidos. ¿Y qué hice? Fui con un especialista (en salud mental) y me conseguí un novio”, explica la actriz.
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Ahora, a sus 57 años, Susana es una firme creyente de que cuidar la mente es un asunto de primera necesidad y que aún falta mucho para que en México se deje de estigmatizar la salud mental, que incluye medicarse o acudir con especialistas.
Por ello, insta a más actores que atraviesan por estos padecimientos a que hablen y sirvan de inspiración a otras personas que atraviesan por estos problemas, por el miedo al qué dirán, lo que también les impide buscar ayuda.
“Los actores gringos hablan y dicen que están tristes y los problemas que atraviesan y eso pone el tema sobre la mesa, incluso muchos de ellos crean fundaciones o apoyan a asociaciones. Los mexicanos aún tenemos el estigma de decir: ‘no voy a ir a terapia porque seguramente van a escudriñar en lo más profundo de mi ser’. Nos cuesta mucho trabajo enfrentarnos y enfrentar nuestras heridas”.
Algo que le da esperanza a Zabaleta es que considera que las nuevas generaciones están más abiertas a hablar de sus sentimientos, por lo que confía en que se hable de la salud mental con menos tapujos.