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San Sebastián.— Ver aparecer en la sala de prensa del Kursaal, el recinto en el que se celebra el Festival de San Sebastián, a las actrices de Rifkin’s festival —la nueva película de Woody Allen—, Gina Gershon y Elena Anaya, fue una imagen agridulce.
Por un lado, que se realizara este acto presencial con figuras internacionales parecía un milagro cuando, hasta el último minuto y con los crecientes casos de Covid en España, la organización del festival pendía de un hilo.
Por otro lado estaba la imagen de la realidad al ver a Woody Allen respondiendo las preguntas de los periodistas por videoconferencia, pues por la emergencia sanitaria él y su familia no pudieron salir de Nueva York.
Más tarde, en plena gala inaugural, Allen presentó con un video el filme con el que le escribió una carta de amor a San Sebastián y a su certamen fílmico, pues en esta película todo ocurre en la bella ciudad vasca.
“Pasé meses maravillosos viviendo y rodando ahí y nada nos hacía más ilusión a mí y a mi familia que presentar esta película pero llegó este virus y se fue todo al traste. Espero que les guste y nos vemos cuando termine la pandemia”, dijo Woody en el video en el que se le veía sentado en un banco de Central Park y cómo se puso su mascarilla hastiado al terminar sus palabras.
La planeación milimétrica y el rigor con el que se ha dicho que se aplicarán los protocolos de seguridad ha permitido que el mundo vea comenzar otro de los festivales europeos más emblemáticos.
Cabe decir que la Muestra de Venecia, que consiguió realizar esta hazaña hace tan sólo unas semanas, animó tanto a los organizadores como a los participantes, entre los que se encuentra nada menos que el director mexicano Michel Franco quien con su nueva cinta, Nuevo orden, se hizo con el León de plata en el festival de los canales y ahora llega a la ciudad vasca para ser parte del Jurado que preside el cineasta italiano Luca Guadagnino.
“Pasé meses maravillosos viviendo y filmando ahí y nada nos hacía más ilusión a mí y a mi familia que presentar esta película pero llegó este virus”.
- Woody Allen, director de cine
Siguiendo esta ola de optimismo, estos últimos días varias estrellas que estaban en duda han confirmado su presencia como Johnny Depp, quien presentará el documental Crock of gold: a few rounds with Shane MacGowan (Sección Oficial a concurso) del que es productor Matt Dillon que dirige y produce el largometraje El gran Fellove, así como Viggo Mortensen, que recibirá el Premio Donostia 2020, máximo galardón honorífico del Festival.
Mortensen presentará además la película Falling, su debut como director.
Entre los otros nombres que desfilarán en la alfombra roja en los días siguientes están el cantante Alejandro Sanz que escribió el tema central de la película El verano que vivimos.
Otros de los rostros conocidos de la industria española que destacan son Paz Vega, Blanca Suárez y Javier Cámara.
Entre los platos fuertes del Festival está que en esta edición se podrán ver en las salas 17 películas de la Sección Oficial del cancelado festival galo a las que se les puso la etiqueta honoraria de Cannes 2020.
El delegado general del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, tuvo un momento en la gala inaugural en el que dijo que estaba feliz de estar esta noche en uno de los festivales más importantes del mundo.
“San Sebastián es cada año un encuentro muy importante de la industria mundial por las estrellas, por los filmes pero también por los amigos. Hace sólo dos semanas estábamos Rebordinos (director de San Sebastián) y yo juntos con Barbera (director de Venecia) en la Mostra para decirle al mundo que el cine está vivo. Y hoy lo repito aquí. Siempre hay amenazas a las salas de cine y quiero decir que esas salas son importantes para nuestra cultura y para nuestro futuro. El cine nunca va a morir”, se despidió Fremaux entre aplausos.