La razón por la que Willow, el filme de 1988 ideado y producido por George Lucas, conquistó a la audiencia de su época fue por mostrar que un héroe no tiene que cumplir con ciertas características.
En los 80, Warwick Davis dio vida al poderoso Willow, un hombre de una aldea de elfos que salva a una niña de un terrible hechizo.
Davis vive con displasia espondiloepifisaria, un trastorno de los huesos de crecimiento que da lugar al enanismo, por lo que su papel rompía con los estereotipos del príncipe azul que salva a la princesa.
A diferencia de hace 34 años, el tema de la inclusión es ahora parte del canon, por lo que el regreso de esta historia en forma de serie es casi un acto de justicia artística.
La serie, que trae Disney+ el 30 de noviembre, sucede tiempo después de los acontecimientos narrados en la película anterior. En esta ocasión, la princesa Kit (Ruby Cruz) deberá salvar a su hermano, el príncipe Airk (Dempsey Bryk), quien ha sido secuestrado por las fuerzas del mal durante un ataque al reino fantástico de Tir Asleen.
No está sola, se acompaña de un grupo peculiar de guerrilleros liderados por Willow, interpretado por Davis nuevamente: “Ambos personajes empujamos contra las ideas estereotipadas de lo que es un príncipe y una princesa, lo cual es una oportunidad genial”, explica Ruby Cruz a EL UNIVERSAL, quien considera que su personaje es una suerte de nueva princesa de Disney.
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tendrá la serie de Disney+, que estrena el 30 de noviembre.
Dempsey Byrk, el príncipe que debe ser rescatado, reconoce que los tiempos han cambiado mucho desde que este proyecto atrapó al mundo con personajes disruptivos.
Considera que es el mejor momento para retomarla finalmente —hubo un intento de hacer una versión en 2005—, como un agradecimiento a los fans de siempre y una oportunidad para los nuevos seguidores jóvenes.
“Todos sabemos lo complicado que se siente el mundo y nos gustaría tener un lugar donde poder entrar y, no olvidarlo necesariamente, pero mirar todo a través de una lente diferente, divertirte y reír, y creo que Willow puede ver los problemas y experiencias actuales, pero con una visión diferente, más relajada”, dice Bryk.
La joven princesa de esta historia se encuentra con otra heroína para rescatar a su hermano gemelo, Dove (Ellie Bamber), una cocinera del reino que demuestra ser la elegida para enfrentar las peligrosas hazañas rumbo a esa liberación.
“Quisimos permitirle a la historia ser desordenada y dejar que cada uno de nuestros personajes viviera su propio viaje de autodescubrimiento y de aprendizaje. Me emociona que los jóvenes se identifiquen con eso y nos vean cometer errores y aprender que eso está bien”, señala Cruz.
Como su madre, Kit es una princesa con todas las habilidades de una guerrera que no le teme a las adversidades, mientras que Airk es un joven tranquilo y nada violento.
“Tuve que aprender a relajarme un poco, pero al mismo tiempo a fortalecerme físicamente con trabajo de acrobacias y físico porque gran parte del encanto de Willow original eran las peleas acrobáticas, así que practicamos en un campo de entrenamiento durante un mes todos los días para volvernos flexibles, fuertes, aprendiendo a montar a caballo y más”, detalla Bryk.
Tony Revolori (Spider-Man: no way home), quien interpreta a Graydon, un tipo torpe, tímido y desequilibrado que también parte a la misión para salvar al príncipe Airk, considera que la magia de esta nueva historia recae en la diversidad que hay entre sus personajes.
“Creo que la razón por la que la gente sigue apreciando a Willow es por la idea de que un héroe puede venir de todas partes. Hollywood no es tan diverso como debería y necesita ser, por lo que creo que es el momento perfecto para mostrar esto. Las comunidades infravaloradas pueden encontrar algo con lo que relacionarse, y creo que es por eso que (Willow) ha resistido la prueba del tiempo”.
La serie es producida por Ron Howard, ganador del Oscar en 2001 por Una mente brillante, quien dirigió la primera parte y tendrá ocho capítulos que se verán en streaming.
Ruby cruz
Actriz
“Me emociona que los jóvenes nos vean cometer errores y aprender que eso está bien
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tuvo de ganancia Willow en 1988; no fue bien recibida en taquilla.
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