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Ni la contingencia ambiental, ni la granizada que cayó en el Valle de México impidieron que la banda británica White Lies hiciera vibrar el miércoles a miles de fans en el Plaza Condesa al ritmo del rock.

Eran las 21:00 horas cuando la banda salió al escenario con su canción “Time to give”, desatando la locura de la audiencia, que los recibió con gritos de alegría y saltos, continuando así con “Farewell to the fairground”.

“Ciudad de México, muchas gracias por estar aquí, estamos muy contentos”, dijo Harry McVeigh, vocalista del grupo, al saludar al público.

Al inicio de los acordes de “There goes our love again” la mayoría saltó eufóricamente e hizo vibrar el recinto, que estaba lleno.

“Espero que disfruten este concierto tanto como nosotros lo estamos haciendo”, indicó el vocalista antes de iniciar con el tema “Is my love enough”.

La banda compuesta también por el bajista Charles Cave y el baterista Jack Lawrence-Brown, con ayuda de Tommy Bown en el teclado, estaba tan sorprendida de la reacción del público, que no dejaba de agradecer al término de algunas canciones.

“Esta canción es muy especial para nosotros, fue nuestro primer sencillo”, dijo Harry antes de interpretar “Unfinished business”.

Con una gran producción en la iluminación, el escenario en vez de tener una pantalla grande atrás de los músicos, contaba con un panel de luces de colores que prendían y apagaban de acuerdo al ritmo de la música.

El concierto continuó con “Never alone”, “Big tv”, “Kick me”, “Death” y “Tokyo”, pero fue con el tema “To lose my life” con el que se despidieron.

“Ciudad de México, muchas gracias, fue un placer, los amamos mucho”, expresó el vocalista.

Así dio inicio el encore, en el que el vocalista interpretó “Change” con ayuda del teclado, y con el resto de los integrantes “Fire and wings”, “Hold back your love” y “Bigger than us”, dejando a la audiencia satisfecha.

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