Sin camiseta y con una larga capa plateada brillante, con su siempre sedosa cabellera larga, delineado en los ojos, y enérgico en el escenario apareció Jared Leto sosteniendo en sus hombros a Thirty Seconds To Mars en el Corona Capital.
Los coros que recuerdan a cantos gregorianos, donde lo acompañó todo el público hacían que el también actor se emocionara y mirara al público incrédulo por su entrega.
“Viva México”, gritó muy rápido, apenas iniciando su presentación en el festival y sus fans lo respaldaron con un grito. Para seguir consintiendo al público subió a dos de sus fanáticas al escenario y compartió con ellas, mientras las jóvenes aplaudían con rostros de incredulidad.
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La batería fue la que llevó las emociones a tope con el constante sonido del bombo, y las baquetas azotando rápido contra la tarola, con un público volcado en energía que agradeció constantemente Leto “Gracias, gracias, gracias”, repitió, “Los amamos”.
Después Jared se colocó una playera ajustada color rosa, con el dibujo de una cruz en medio, con la misma capa que llegaba hasta el suelo. Aún así con ella corrió de un lado al otro moviendo con fuerza los brazos.
Unos lentes oscuros que le cubrían hasta los pómulos lo acompañaron hasta el final del show. El público aportó a las emociones con el puño en alto y llevándolo hacia adelante con el grito “This Is war, esto es guerra”.
Al grito de “Fight, fight, fight”, “Pelea, pelea, pelea”, Thirty cerró su show con un público que hizo cimbrar con el coro el escenario Corona Cero, mientras las pelotas azul oscuro volaban mientras el público miraba al cielo impresionados como Jared.
“Adiós México, pienso que este es el mejor lugar en el mundo”, dijo Jared al despedirse mientras entregaba sus lentes a una fanática que señaló entre el público, “Hola, como está”, dijo con su mejor español “¡Andele!”, gritó el vocalista, desapareció entre las luces apagadas del escenario.
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