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El 17 de abril de 2016 fue la última vez que Vicente Fernández se presentó ante su público.
Lo hizo con más de 40 canciones, repartidas en más de cuatro horas; al menos una decena de arengas para que la gente cantara con él y una veintena de shots de tequila.
La última vez que se lo vio en el escenario fue con su mano haciendo bocina en su oreja y luego bajándola a su pecho a manera de agradecimiento.
Después de ellos giró sobre su propio eje con su brazo extendido sosteniendo su sombrero, para luego retirarse por completo.
Esa madrugada el Estadio Azteca fue su última morada musical. El Charro de Huentitán había decidido desde años antes dar por concluida su carrera para dedicarse a la familia.
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En 2012, un hecho le había hecho detener su llamada Gira del Adiós: un tumor canceroso en el hígado y una operación en que le retiraron por completo el lado izquierdo de dicho órgano.
Al año siguiente perdió por un tiempo la voz debido a una trombosis pulmonar y en 2015 fue sometido a cirugías para quitarle hernias abdominales.
Así que la presentación del Azteca era muy especial para él. Esa noche y madrugada cantó con sus hijos supo que desde las 18:00 horas, casi tres horas antes del recital, la gente comenzó a sentarse en su lugar, esperando la primera canción.
El escenario se colocó sobre la cancha, donde también se acomodaron sillas para las secciones más costosas y cercanas al cantante quien, durante todo el concierto, dirigía su vista a la fila uno, donde estaba su esposa Cuquita.
Y ya en el espectáculo Vicente caminaba de un lado a otro. Sonreía si la gente coreaba “Mujeres divinas” y miraba al mariachi con que el por más de 50 años estuvo en activo.
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Los gritos de “te amo”, “no te vayas” y alguno bromista donde le solicitaban fuera padre de sus hijos, no faltaron.
“Ya saben, mientras ustedes sigan aplaudiendo y gritando, yo sigo cantando”, dijo a las dos horas de iniciada la presentación.
Previo a su despedida se proyectó un video donde Thalía, Río Roma, Paty Cantú y Marco Antonio Solís habían interpretaron “El Rey”.
“A mi manera” y “México, lindo y querido” fueron las últimas interpretaciones, en vivo, del también actor.
Cinco años, siete meses y 360 días después, Chente ha muerto.
fjb