"Mira, haces esto y sales corriendo", dicen los acróbatas del espectáculo desde lo alto, como si saltar sobre una cuerda suspendida a más de 10 metros de altura fuera sencillo. Esto es parte de su día a día en los ensayos dentro de la en Santa Fe.

Para ellos realmente es sencillo, pero no lo fue siempre, aprendieron a hacerlo con lecciones como las que reciben los bebés al caminar, o así lo recuerda el artista español que lleva 48 años practicando este acto en diferentes circos profesionales alrededor del mundo. Él tiene 61 años, pero comenzó a los 11.

"Era un alambre pequeñito, como a medio metro de altura, que si te caes no pasa nada, lo único es que si me subía mil veces al día, mil veces me caía, pero me levantaba y me subía de nuevo, a veces me cansaba más de levantarme y subirme, que de ensayar y así fue día tras día hasta que empecé a tener equilibrio, lo mismo que un bebé cuando empieza, hasta que camina bien, corre. Nosotros aprendimos a sujetarnos del alambre, luego caminamos y luego corríamos", cuenta Quiroz en entrevista para EL UNIVERSAL.

Vicente, el artista de Cirque Du soleil que encontró su lugar en las alturas 
Vicente, el artista de Cirque Du soleil que encontró su lugar en las alturas 

Quiroz comenzó su carrera en la acrobacia a los 11 años de edad Foto: Berenice Fregoso/ EL UNIVERSAL

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Su trabajo se nombra como "alambrista de gran altura" y consiste en caminar, bailar, saltar y hacer pirámides con sus compañeros sobre un cable de acero antigiratorio (como los que se usan para los elevadores). Esto es parte de uno de los números del show "Kooza", del Cirque du Soleil, que comenzó hace 15 años en Montreal Canadá y llegó por primera vez a México hace algunas semanas.

Se trata de un espectáculo que remite a los orígenes de la compañía de circo más importante del mundo, incorporando los actos circenses más tradicionales como payasos, acróbatas y magia, mientras cuenta la historia de un hombre nostálgico y solitario que encuentra su lugar en el mundo.

Para Vicente México es uno de sus lugares en el mundo, pues está casado con una mexicana, con quien felizmente celebrará este año la Navidad.

"Soy afortunado, creo que este año tengo mucha suerte porque la voy a pasar con todos mis amigos y compañeros en el Cirque du Soleil y aparte con la familia de mi esposa porque está su familia aquí, de un tiro se matan dos pájaros porque voy a tener dos fiestas", cuenta.

Consciente de que durante el show puede inspirar a muchos niños a que en un futuro se conviertan en un acróbata como él, manda un consejo de disciplina y perseverancia que asegura le hubiera gustado saber cuando inició.

"Si quieren ser artistas primero tienen que ensayar mucho y luego ser muy profesionales porque si trasnochan no se levantan por la mañana, y no tienen la fuerza que se necesita, tienes que estar muy motivado, es una disciplina muy fuerte, para ser un buen artista en alto nivel tienes que ensayar, cuidarte mucho y a veces sacrificar".

Vicente, el artista de Cirque Du soleil que encontró su lugar en las alturas 
Vicente, el artista de Cirque Du soleil que encontró su lugar en las alturas 

El acróbata se desempeña como alambrista de gran altura en Kooza, el espectáculo del Cirque du Soleil que por primera vez visita México Foto: Berenice Freoso/ EL UNIVERSAL

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