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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
Todas las semanas la actriz María Elisa Gallegos se ensortija el cabello, se viste con ajustadas prendas y da vida a Sonia, la rebelde del musical Vaselina, pero la función del 21 de octubre tendrá un sentido diferente para ella, entre el público estará alguien especial.
“En Sonora tengo un hermano con autismo, que va a viajar por primera vez en su vida a la Ciudad de México para ver esa función. Siento que es un gran paso para el teatro, para la cultura y más para las familias con niños especiales, que tengan la posibilidad de salir sin problemas, sin que los estén criticando, que los vean feo, va a ser mágico”, declaró la actriz.
Ocesa Teatro, Mejor Teatro y Morris Gilbert decidieron repetir la experiencia de colaborar con la asociación Iluminemos de Azul, A.C., para realizar una función especial para personas con autismo, Síndrome de Down, entre otros padecimientos, tal y como se hizo hace un año con El Rey León.
“Tendemos a creer que todos tenemos que ser iguales, cuando lo que debemos entender es que somos diferentes, pero eso es lo que nos une y tenemos que ser incluyentes. Nos hace felices hacer esta función, que trata de que tengamos la misma oportunidad todos de asisitir al maravilloso mundo del teatro”, expresó el productor Morris Gilbert.
Para lograr que el entorno sea empático, tanto el elenco como el resto del equipo de producción y técnico recibirá pláticas y talleres para que aprendan a manejar y entender a este público.
“Con este tipo de acciones lo que hacemos es facilitar a todas las familias directamente relacionadas y las personas que tienen autismo, discapacidad intelectual, síndrome de Down; vivir una experiencia positiva al asistir a un entorno de comprensión, de empatía, con los ajustes necesarios para que puedan disfrutar de este espectáculo”, señaló Gerardo Gaya, presidente ejecutivo de Iluminemos de Azul.
Gaya explicó que para las familias que viven esta situación es un reto ir al teatro o cine, como lo haría cualquier persona.
Como se hizo el año pasado con El Rey León los ajustes que se harán son: limitar el aforo del Teatro San Rafael a un máximo de 90%, se reducirá el volumen de la música y se eliminará el uso de luces estroboscópicas, debido a la hipersensibilidad de las personas con autismo.