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La obra Buenas personas pone varios cuestionamientos sobre la mesa: ¿Se puede controlar el destino? ¿Qué tanto tiene que ver la suerte en que a alguien le vaya bien o mal? ¿Qué te define como buena persona?

“También arroja la pregunta ¿qué nos hace ser crueles y violetos con los demás? Es una buena pregunta, porque los personajes están heridos y cuando les tocan estas heridas hay una violencia, esto los lleva de un lado a otro y a una contradicción permanente”, declaró Arcelia Ramírez.

En esta historia ella da vida a Margarita, una mujer que pierde su empleo y está a punto de perder su departamento, por eso busca ayuda en Miguel (Odiseo Bichir), un amigo del pasado que ahora es un exitoso doctor y que podría cambiar su destino.

El libreto se ubica en un barrio de EU pero se pudo adaptar a México por la situación de desigualdad.

“En la pertinencia de presentarla, está la dolorosa diferencia de condiciones de vida que vivimos todos los días en este país y la necesidad de tomar cartas en el asunto, acerca de como podríamos mejorar esta desigualdad y desventaja en la que están colocados muchos”, declaró Odiseo.

Completan el elenco Concepción Márquez, Cuauhtli Jiménez, Fabrina Melón y Monserrat Marañón, quien explicó que es un texto divertido, pese a la tragedia que se cuenta

“Es un texto pegador, sobre todo en esta sociedad doble moral, donde hay que hablar bien de los pobres, ayudarlos, pero a la menor provocación metemos tuits clasistas”.

El director Diego del Río señaló que el dramaturgo David Lindsay-Abaire logró este libreto tan lúcido, gracias a que no hace un juicio moral.

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