Por fin, después de seis meses de espera, los fans de Luis Miguel en la Ciudad de México pudieron ser testigos del regreso del cantante a los escenarios.
Esta noche, en punto de las 21:22 horas, dio inicio el primero de siete conciertos que el "Sol de México" dará en la Arena Ciudad de México, un recinto que el propio cantante inauguró hace más de 10 años.
El lugar lució completamente abarrotado, ni un solo asiento estaba libre, y explotó en gritos cuando, de entre imágenes que rememoraban su larga trayectoria artística, apareció Luismi, luciendo su impecable traje negro y una corbata a juego. No necesitó decir nada, con su presencia y pasos de baile bastó para que se destara la euforia.
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Sin embargo su voz, para quien lo ha escuchado en vivo, por momentos no era la misma. Cuando arrancó el show con "No culpes a la noche", hizo gala de su inigualable registro, pero pronto pasó a una tono mucho más grave, mesurando la potencia que todos conocemos.
La duda de si se trata de los nuevos arreglos que ha hecho como parte de su Tour 2023, o se deba a que su voz ya no es la misma no tardó en aparecer en los asistentes, pero tampoco se detuvieron mucho a pensarlo, prefirieron disfrutar de una noche inolvidable.
El Sol cambió el que había sido su hogar hasta la fecha: el escenario del Auditorio Nacional, donde tiene el récord de más conciertos realizados, con 266.
Sus canciones más emblemáticas, como "Amor, amor, amor", "Culpable o no" y "Te necesito", fueron aderezadas con sus pasos de baile pero también sus señas, algunas con las que invitaba a sus seguidores a cantar con él y otras que le hacía a alguien al fondo del escenario.
Luis Miguel arma fiesta mexicana
A mitad del concierto el mariachi se hizo presente, los colores verde, banco y rojo inundaron el recinto y las notas de temas tradicionales como "El son de la negra" resonaron por todo el lugar.
Los chiflidos y las voces del público no tardaron en hacerse presentes, mientras que Luis Miguel aprovechó estos minutos para salir de escena, refrescarse, darse un respiro y volver para interpretar "La Bikina" una de las canciones que se han hecho icónicas en su voz.
Ya para cerrar la velada y durante el interludio de sus primeros éxitos, las molestias de la faringitis que padeció en agosto pasado volvieron a aparecer, la voz, más que cansada, sonaba lastimada; incluso se escuchó afónico unos cuantos segundos, cuando intentó interactuar con los asistentes.
Pese a todo, el público simplemente se rindió ante el astro de la canción, uno de los más exitosos de todos los tiempos, en una noche que sin importar la oscuridad "El Sol" brilló en su casa.
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