La sana distancia se mantuvo durante la entrega de los la noche de ayer, pero eso no impidió que países como México, España, Brasil, Estados Unidos y Argentina estuvieran presentes en la ceremonia, dedicada a premiar lo mejor de la música bajo el lema “la música nos humaniza”, que contó tanto con talento que participó desde la American Airlines Arena, en Miami, así como intérpretes que desde sus naciones se conectaron de forma virtual.

Un Latin Grammy a la mexicana y con poco reggaetón
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Además, El Potrillo se llevó Álbum de Música ranchera o mariachi por su disco Hecho en México. Al triunfo de Alejandro se sumó el de Natalia Lafourcade, quien junto a Rosalía y Carlos Vives, fue de las más premiadas con tres estatuillas. En el caso de la mexicana, se llevó el máximo premio por Álbum del año.

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Carlos Vives fue reconocido en categorías como Canción tropical por “Canción para Rubén”, junto a Rubén Blades.

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Pero quien dio el mensaje más contundente fue Residente después de llevarse el Grammy por Canción del año (“René”).

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J Balvin aspiraba a recoger más premios; por sus 13 nominaciones rompió el récord Guinness de más categorías en un año, sin embargo al final sólo se alzó con Álbum de música urbana por su disco Colores.

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