Espectáculos

Un acto de amor para quienes van camino al panteón

El documental "El compromiso de las sombras", de Sandra Luz López Barroso, sigue a una mujer transexual afrodescendiente que guía los rituales fúnebres de una pequeña comunidad guerrense

En la costa chica, el día del sepelio la caminata que va del hogar de las personas hasta el panteón puede durar dos horas. Foto: CORTESÍA
07/02/2021 |02:01
Redacción
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En la costa chica de Guerrero hay un ritual fúnebre que se conoce como Levanta Sombras, en el cual por nueve días hay cantos a capela, representando la voz de la persona fallecida, para irse despidiendo.

El día del sepelio la caminata que va del hogar de las personas hasta el panteón puede durar dos horas, pues se van deteniendo en los lugares que el difunto frecuentaba.

“Guerrero y Oaxaca comparten esta región afrodescendiente, no hay sacerdotes, no hay curas, y entonces hay personas como Lizbeth que hacen eso. Me parece un acto de amor que ella hace enterrando a los muertos de San Nicolás y de las otras comunidades”, dice la cineasta Sandra Luz López Barroso.

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De esta manera la creativa oaxaqueña explica El compromiso de las sombras, documental que sigue a una mujer transexual afrodescendiente y heredera de un sincretismo cultural y religioso, que guía los rituales fúnebres del una pequeña comunidad guerrenense.

La producción tendrá su estreno en el marco del Ficunam, Festival Internacional de Cine de la UNAM, que se realizará enteramente de manera virtual durante la segunda mitad de marzo.

“Durante el proceso de rodaje tuvimos cuatro difuntos, ahí nos dimos cuenta de la carga de trabajo tan intensa que tiene y cómo está la situación allá, no solamente por violencia sino por cuestiones a pensar como dengues, picaduras de alacrán, porque de pronto no hay medicinas, es muestra también de la situación", indica López Barroso.

Antes de estudiar en el Centro de Capacitación Cinematográfica, la realizadora estudió en la carrera de historia en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, donde comenzó a ser consciente de la comunidad afromexicana que existe.

Apenas el año pasado el INEGI los contabilizó, después de varios años de que fueron invisibilizados oficialmente.

“En el INAH desarrollé todo un proyecto de tesis antropológica a partir de una mujer, Catalina Noyola en la costa chica; era la bisabuela de Artemio, que fue personaje de mi otro proyecto y cuando ella muere, en 2007, en el velorio conozco a Lizbeth.

“Era ver a esta mujer dirigiendo estas ceremonias con una gran complejidad, de pronto nosotros como personas urbanizadas tenemos una idea de los trans o la comunidad LGBT+ y esto rompe estereotipos”, recuerda.

El compromiso de las sombras contó con el apoyo de coproducción de Ambulante, Tribeca Desarrollo y el Instituto de Sundance. Tras el Ficunam espera seguir con recorrido en certámenes internacionales.

En la sección Ahora México del festival universitario se encuentran, entre otros, los documentales Cosas que no hacemos, de Bruno Santamaría y La mami, de Laura Herrero, así como las ficciones Blanco de verano, de Rodrigo Ruiz Patterson, Ricochet, de Rodrigo Fiallega y Estanislao, de Alejandro Guzmán.

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