Guadalajara.- Una trabajadora de limpieza de la Cineteca Nacional no duda en decir que, entre las butacas, ha llegado a encontrar ropa femenina; otra más del aeropuerto capitalino asegura que ella misma debe comprar el propio líquido que utiliza y una más señala que puede ganar mil 600 pesos a la quincena, pero si tiene un retraso, le descuentan 500.

Todas son esas mujeres reales que la gente ve en la calle o edificios públicos con escoba o trapeador, con chaleco verde para ser distinguida por automovilistas o bata que las mantiene “limpias”.

Y todas son mostradas en el largo documental “Tratado de invisilidad”, dirigida por Luciana Kaplan, realizadora de “Rush hour” y “La vocera”, el cual se encuentra en la sección oficial del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

“Surgió un poco de una casualidad por una plática que tuve en el Centro de Capacitación Cinematográfica donde trabajaba y una de mis colegas me empezó a contar lo que pasaba en la escuela, que las mujeres que limpiaban estaban contratadas por una empresa y pues eso no se debería hacer”, recuerda Kaplan.

“Que las compañías cambian de nombre y por lo tanto dos meses al año no les pegaban, que a veces no tenían ni para el pasaje y me quedé impresionada porque no lo sabía y comencé a darme cuenta que no eran las únicas, que absolutamente todos los que trabajan limpiando los espacios públicos está subcontratados era una cosa tremenda”, añade.

Y entonces comenzó a tener entrevistas con las empleadas y a recopilar varios testimonios que luego serían, por seguridad para los aportantes, personificados por una actriz.

La idea de Kaplan ya era visibilizar a aquellas personas que nadie reconoce en las calles, pero tampoco las autoridades.

“Es decir: ‘soy invisible para el gobierno, para las empresas, pero también para los usuarios de la ciudad’”, reflexiona Kaplan, “pero la gente que limpia tiene vida, historias, personalidades y la idea era también mostrar eso en la película mostrar”.

“Tratado se invisibilidad” tuvo el problema de que, por miedo, las mujeres se negaran a hablar. Así que fue ir comunicándose con ellas de manera secreta.

“Todos los testimonios son reales, tal cual todo lo que se ve y escucha es cierto, pero está representado por actrices, no voy a poner en riesgo a la gente sólo por un documental”, apunta la realizadora.

Luego de Guadalajara, la cinta estará en festivales de Taiwan, Grecia y México, adelanta Kaplan.

“La idea es estrenarlo a fin de año y para México vamos a hacer una campaña de impacto porque creo que la idea también es que estos temas se discutan en el Senado y con la Secretaría de Trabajo; hay también una nueva presidenta (de la República) y esperemos que con ella, con su gente podamos tener un diálogo bueno en torno al tema”, considera.

rad



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