La gira del reencuentro de RBD para celebrar los 15 años de la banda fueron un parteaguas para sus integrantes, pero Dulce María siempe tuvo claro que eso sólo significaría un nuevo comienzo de su carrera como solista.
“Siempre quise defender mi voz y ser fiel a lo que siento. Tras tres discos con una disquera, aposté por mi libertad creativa. Me cansé de marchitarme intentando cumplir expectativas ajenas y dije: ‘Ya no más. Decidí hablar, aunque nadie escuchara, y la sorpresa fue que millones se identificaron con mi mensaje´”, cuenta Dulce María en entrevista con EL UNIVERSAL.
En diciembre de 2023, el Estadio Azteca fue el escenario de seis noches agotadas para el concierto de RBD, la banda pop que marcó a toda una generación y quien se despidió una vez más con el cierre de Soy Rebelde Tour.
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Este reencuentro, 15 años después del Tour del Adiós, logró más de 200 millones de dólares en ingresos y se convirtió en la segunda gira más taquillera realizada por un artista latino en la historia.
Antes de eso, desde que se disolvió el grupo en 2009, la también actriz emprendió un camino en solitario que, si bien ha sido exitoso, no siempre fue sencillo.
En 2020 nació su primera hija, María Paula, y ahora, además de encontrar su identidad creativa, tiene que buscar un balance entre su carrera y su vida personal.
Convertirse en madre, comenta, transformó su perspectiva y se convirtió en una fuente constante de inspiración.
“Ser mamá me cambió por completo; te transforma, te hace más fuerte y más vulnerable a la vez. Ahora mi reto es encontrar el equilibrio entre mi carrera y estar presente para mi hija. No es fácil, pero cada paso que doy lo hago con el corazón”, señala.
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Para Dulce María, su más reciente colaboración con Beret, “Ojalá”, refleja esta evolución después de su etapa con RBD y sus anteriores discos, pues es una canción que habla de vulnerabilidad y aceptación, temas que están conectados con su propia experiencia.
“Hablar de salud mental es importante porque aún existe mucha falta de empatía. La gente tiende a minimizar estos temas, pero son reales y afectan a todos, sin importar tus circunstancias de vida. Es crucial pedir ayuda, poner límites, rodearte de las personas adecuadas y reconciliarte contigo mismo” dice la cantante de 38 años.
Más allá de la música, Dulce ha encontrado un propósito más amplio: convertirse en una voz de empoderamiento femenino. “Las mujeres somos más que lo que se ve en la superficie. Somos fuerza, resiliencia y emociones complejas”, dice tras haber recibido un premio de la revista Glamour.